La iniciativa surgió de una comisión de productores y representantes políticos, porque es muy difícil imaginar a un representante político sin su vasito de whisky mientras conspira con sus colegas de otros partidos para que el pueblo en general les pierda un poquito más de respeto.

Lo que buscan es volver a la legislación anterior al 15 de diciembre de 2015, cuando se impuso la prohibición de conducir vehículos con alcohol en sangre. Y para ello comenzaron a juntar firmas.

“Vení”, dijo a Los Informantes (diario) un vocero de la campaña, que se encontraba exactamente al lado nuestro. “Vení. El tema es que por un vasito no te pueden abrochar con terrible multa. ¿Entendés? Te quiero mucho. Dame un abrazo, hermano. Hace años que no te veía”. No nos habíamos visto jamás. Las firmas serán presentadas cuando se identifique a sus autores; algo complejo, ya que en la mitad de los casos no se entiende nada. “Esta es mi firma. No, pará. Vení. Es esta. ¿Te dije que te quiero mucho?”.