El sitio ladiezpublicidad.com.uy ya no está disponible. La agencia de publicidad que está en la mira de la Justicia por las irregularidades en ANCAP dejó de existir, según confirmó su titular, Pablo Álvarez, en una nota que envió a la comisión investigadora sobre el financiamiento de los partidos políticos que funciona en la Cámara de Diputados.

En la misiva, Álvarez se excusa de asistir a la comisión porque no tiene “información para aportar al respecto”. “Toda la información relevante se presentó oportunamente ante el Juzgado Penal en relación a la denuncia sobre ANCAP. Asimismo me parece pertinente comunicarles que Minitar SA (La Diez Publicidad) ha cesado su actividad comercial por obvias e infundadas razones que provocaran daños colaterales y que nos llevaron a tomar dicha decisión”, indica la carta, según consta en la versión taquigráfica de la sesión de la comisión.

El lunes, la comisión abordó el caso de la empresa La Diez; antes había analizado la situación de la pesquera Fripur y había empezado a tratar el tema de Cambio Nelson, que seguirá en próximas sesiones (ver “Citan a Antía por Cambio Nelson”). Los legisladores evalúan el vínculo de una serie de empresas con el financiamiento de los partidos políticos.

Los invitados el lunes fueron la presidenta de la Asociación Uruguaya de Agencias de Publicidad (AUDAP), Patricia Lussich, y el ex gerente de Relaciones Institucionales y Comunidad de Ancap y actual asesor del directorio del ente, Pablo Bernengo, quien ya compareció ante la Justicia en calidad de indagado en la causa ANCAP.

Lussich reiteró los conceptos que había vertido en la comisión investigadora de ANCAP; se refirió a las objeciones que planteó AUDAP a raíz de la adjudicación en 2012 de la licitación de ANCAP a la agencia de publicidad La Diez, que según la asociación no cumplía con el requisito de tener tres años de antigüedad como agencia y mentía sobre su experiencia. A su turno, Bernengo negó que la antigüedad fuera un requisito excluyente en el pliego. Lussich también hizo hincapié en que la licitación fue objetada por el Tribunal de Cuentas, y relató la conversación que tuvo al respecto con el ex presidente de ANCAP Raúl Sendic. “El señor Sendic me explicó que el fallo del Tribunal de Cuentas no era vinculante, que ANCAP no tenía por qué hacer un nuevo llamado y que él confiaba en la valoración de su comisión técnica. Ante esos argumentos, le dije: ‘Pero ustedes están contratando un proveedor que de entrada, entre comillas, miente. O sea, el Estado está contratando un proveedor que altera sus antecedentes para participar de una licitación y ustedes...’. ‘¡Bueno!, le vamos a bajar o le bajamos un punto’, esa fue la respuesta, que nosotros no consideramos en su momento satisfactoria”, relató Lussich, según consta en la versión taquigráfica.

Lussich también contó que La Diez estuvo asociada a AUDAP durante un período breve, en momentos en que tenía “varios clientes del Estado muy importantes: OSE, Antel, ANCAP y alguna otra empresa del Estado”; “finalmente se retiró, por su propia voluntad, sin llegar a cumplir dos años de socia, creo [que] argumentando que no estaba de acuerdo con los requisitos que exigía la asociación”, explicó la presidenta de AUDAP. También comentó que a los “colegas les llamaba la atención la cantidad de cuentas del Estado que tenía” La Diez, pero apuntó que “puede ser por su propia capacidad técnica o creativa”. También dijo que “no es normal” que una agencia de poca antigüedad como La Diez tenga tantos clientes importantes del Estado.

“Compras espontáneas”

Bernengo aseguró que en ANCAP los directores disponían “compras espontáneas” de publicidad, que aumentaban durante la campaña electoral. Sostuvo que la gran mayoría de estas compras fueron dispuestas por los directores de la oposición, Juan Amaro y Carlos Camy, aunque frente a una consulta del diputado de Unidad Popular, Eduardo Rubio, admitió que no eran los únicos que lo hacían. “El hecho de que el directorio compra directamente es una práctica habitual. Lo único [diferente] es que había descendido hasta casi desaparecer, y en este año en cuestión [2014], del que estamos hablando, uno de los períodos donde todos los partidos estaban representados en el directorio, empezaron a aparecer compras, incrementos de lo que había que darle a las asociaciones de automovilismo deportivo, porque había directores que tenían conocidos con los presidentes; en fin, eso iba modificando determinadas cosas”, dijo Bernengo en la comisión. Agregó: “Yo no conozco los montos, pero lo que puedo decir es que cada vez que recibo en mi teléfono las resoluciones del directorio, cuando por ejemplo estoy esperando que salga lo de la Rural del Prado, porque hay que hacer el stand, me aparecen seis compras de publicidad y yo me digo: ‘¿Y esto?’. [...] Yo tengo sendas cartas que se presentaron en la Justicia, en las que le digo al directorio que por ese procedimiento cometíamos ilegalidades, porque estábamos pagando por cosas que no aprovechábamos”.

Sin embargo, Bernengo aseguró luego que este tipo de decisiones no son ilegales. “Lo que digo es que, durante ese período, se incrementó la cantidad de [compras] espontáneas en el directorio. Por ejemplo, de no recibir nada, pasamos a recibir tres o cinco por semana, que movían todo. Podían ser de montos grandes o de compras en algún programa, porque habían tenido una reunión con no sé quién. Este tipo de actividad no es ilegal; está dentro de las potestades del directorio. Yo puedo certificar que no estaban dentro del análisis técnico que podía hacer el equipo de profesionales que trabajaba conmigo ni la agencia de publicidad a la cual constantemente estábamos exigiendo que aportara su experiencia en este tipo de análisis”, sostuvo el asesor. “Si alguien me hubiera consultado si había que darle plata a la radio Quebracho, yo hubiera contestado: ‘No pongas un peso ahí’. Pero nadie me consultó. Me dijeron: ‘Resolvelo’ y yo tomé la resolución que el Directorio aprobó por unanimidad, y eso fue lo que se ejecutó”, continuó.

De todos modos, Bernengo aseguró que nunca recibió, por parte de ninguno de los directorios de ANCAP, “ningún tipo de presión en los procesos de licitación” para asignación de publicidad. “ANCAP no fue parte de una ingeniería o de una arquitectura para bancar la campaña política ni de la Lista 711, ni del Frente Amplio ni nada. Ahora, si el señor Pablo Álvarez, mi tocayo, gastaba en lo de Naná o le daba toda la plata que ganaba a un político...”, deslizó. “Lo que quiero decir es que no es un problema mío lo que cada uno de ustedes haga con su plata, salvo que vea que están cometiendo una ilegalidad”, agregó.