La golpiza que recibió un trabajador rural en Salto cuando reclamó que se le pagaran horas extras generó varias reacciones. Un dirigente político del departamento consideró el caso “una nueva muestra de que nuestro departamento está un poco rezagado y que es necesario avanzar y actualizarse a los nuevos tiempos históricos”. “Pero a lo mejor sería bueno saltearnos algún siglo, porque ahora estamos en algún punto entre el siglo XVII y el XVIII, y la idea es llegar al XXI, así que nos falta mucho. Creo que un proyecto realista sería pasar al siglo XIX de acá a fin de año y ver si durante 2018 podemos entrar en el siglo XXI”, puntualizó.
Por otra parte, un dirigente de la Asociación Rural del Uruguay y empresario del sector se mostró preocupado por el incidente y aseguró que es parte “de una situación muy compleja que atraviesa el campo de Uruguay”, a la que calificó de “dramática, porque la falta de competitividad como consecuencia del desconocimiento por parte del gobierno de las características del trabajo rural nos obliga a tomar medidas extremas”. Es por esto que desde la gremial decidieron reclamar al Banco República (BROU) un subsidio para comprar rebenques. “Estamos hablando de una coyuntura en la que Argentina se está aggiornando, Brasil se está aggiornando y nosotros nos estamos quedando atrás. Seguro que en cualquiera de esos países se puede incrementar la productividad de la peonada amenazando con despidos, pero en Uruguay el propietario de un establecimiento rural que haga eso se expone a una cantidad de multas y demandas. Acá no tiene más remedio que recurrir a los rebencazos. Pero si apenas tenemos dinero para darles de comer a las vacas, lógicamente que para comprar más rebenques no nos da. Si el país quiere que sigamos cumpliendo con nuestro deber histórico consistente en hacer avanzar la economía, vamos a necesitar una línea de crédito”, sostienen. Los ruralistas también reclaman rebenques para golpear a los funcionarios del BROU que pretendan cobrar estos préstamos.