Mucha gente marchó ayer de la Universidad de la República a la Plaza Libertad, al son de tambores y de cantos como “Ni un paso atrás, manicomios nunca más”. La Marcha por Desmanicomialización, Salud Mental y Vida Digna, es cada año más concurrida y a esta se sumaron participantes en el II Encuentro Latinoamericano de Derechos Humanos, que facilita el intercambio académico, de familiares y usuarios en torno a las soluciones y realidades del continente.

“Estamos haciendo un esfuerzo para que se reglamente la ley [de Salud Mental], pero está muy lento”, lamentó Fanny Aspiroz, del Grupo de la Esperanza -de familiares-. Agregó que faltan acciones concretas para poder cerrar los manicomios y sanatorios psiquiátricos en 2025, como prevé esa ley, y celebró que la marcha fuera acompañada por algunos psiquiatras (“un apoyo que nunca lo habíamos tenido”). Uno de ellos era Ricardo Acuña, vicepresidente de la Comisión Honoraria del Patronato del Psicópata, quien expresó que “es hora de empezar a unirnos en pos de objetivos claros como puede ser el cierre de las instituciones monovalentes”. Otro era Angel Valmaggia, presidente de la Comisión de Contralor de la Atención en Salud Mental: dijo que la marcha muestra las necesidades en la materia y que “la enfermedad mental se está poniendo en visibilidad”. Las experiencias de los países vecinos señalan que “hay un camino, que es posible modificar la situación”, agregó. Al igual que Josefina Plá, presidenta de la Institución Nacional de Derechos Humanos, reconoció que el avance es lento. “Siempre nos va a parecer lento, porque son tantas las necesidades, tantas las carencias, pero la gente tiene que entender que esto es un cambio cultural”, dijo. “Vale la pena poner el acento en lo que se camina y en lo que se va haciendo”, expresó Pla, e insistió en la necesidad de que “no haya más muertes que se podrían haber evitado”.

Miguel Scapusio, del Servicio de Paz y Justicia, criticó que en el Ministerio de Salud permanezca “el hegemonismo médico en el campo de la salud” y dijo que “el encuentro y la marcha son una respuesta”. “La salud mental es un derecho a cuidar en estos tiempos de fake news, de posverdad, en donde se envenena a la gente haciéndole creer que el diferente es su enemigo; es muy importante colocar estos temas para ver que podemos vivir en paz respetando las diferencias”, expresó.

Según Gustavo Bautista, de Radio Vilardevoz, “la gente está protestando, pero protestando en paz. Estamos concientizando a aquella gente que dice que no le interesa el problema, que pasa de largo por la calle como si fueran temas de unos poquitos y con unos poquitos, pero esto es general”. Soledad Parietti, de la Asamblea Instituyente, expresó su esperanza en que “los pueblos nos podamos unir contra los poderes que están cada vez más en contra de la recuperación de las personas menos vistas, menos nombradas, que son justamente las que están encerradas en manicomios”.