El 30 de octubre, el presidente de Antel, Andrés Tolosa, y la ministra de Industria, Energía y Minería, Carolina Cosse, anunciaron el cierre de un acuerdo muy beneficioso para la empresa de telecomunicaciones estatal. Facebook, gigante informático que no sólo invierte en redes sociales, firmaba un convenio mediante el cual las dos empresas intercambiarán capacidad de tráfico sobre fibra en el tramo Brasil-Estados Unidos.

La empresa estadounidense quiere aprovechar el tendido submarino instalado por Antel en 2017 en acuerdo con Google y Algar Telecom. El beneficio para la empresa es aprovechar un tendido con redundancia, lo que le puede permitir balancear tráfico y, en el peor de los casos, dirigirlo a otro cable en caso de fallas.

De parte de Antel, y según declaraciones de su presidente al sitio de la empresa, permite entrar a “Estados Unidos en otro punto, además de Miami, al norte, cerca de Nueva York, generando un sistema de cable submarino mucho más potente”. Esta es una forma de demostrar con hechos concretos que lo que se decía en el marco de la inauguración de este cable no era tan errado: Antel se convierte en proveedor de servicios internacionales. Facebook, además, se aprovecha de una puerta de entrada muy interesante hacia el Cono Sur, principalmente hacia Argentina. En el país vecino, y según datos oficiales de la empresa de octubre de 2017, 21 millones de usuarios acceden a sus servicios sólo en dispositivos móviles.

En otra pata del acuerdo, Antel anunció que comienza a brindar el servicio de Whatsapp de forma gratuita a todos sus clientes (en el caso de los clientes por la modalidad de prepago deberán hacer una recarga mensual mínima de 120 pesos). Y ahí viene el tema complicado y polémico: ¿es esto un beneficio o una pérdida de derechos?

Para ello, introduzcamos el concepto de neutralidad de la red. Se trata del principio por el cual los proveedores de servicios de internet y los gobiernos que la regulan deben tratar todo tráfico de datos que transita por la red de forma indistinta. Esto implica, por ejemplo, no cobrar diferenciado dependiendo de a qué sitios se accede o no bloquear determinado contenido según de dónde provengan o de qué tipo de archivo se trate.

Definido así, es más que claro que con esta decisión de Antel se está violando este principio (¿por qué benefician a Whatsapp frente a Telegram, por ejemplo?). Ahora bien, ¿en qué me afecta como usuario que se viole esto? Uno de los primeros en mencionar posibles problemas fue el relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Edison Lanza. En declaraciones a El País (1/11/2018), afirmó que podía ser “el principio a un camino en el cual la internet se vaya cerrando entre acuerdos con las telefónicas y algunas grandes empresas y en definitiva los usuarios queden encerrados en un espacio acotado de aplicaciones, ya sea porque son gratuitas, porque no gastan datos o porque se puede acceder de forma más rápida”.

Esto parece un escenario muy alejado y del que no hay antecedentes, pero lamentablemente sí los hay. Sólo citaremos un ejemplo: ocurrió en 2010 cuando Verizon, empresa telefónica estadounidense, bloqueó el acceso a Google Wallet, el servicio de billetera electrónica de Google. En ese momento la telefónica tenía su billetera y benefició su servicio en detrimento del de Google, bloqueando la descarga y ejecución de esta última en dispositivos que estuvieran en su red. Poco tiempo después, en 2015, este servicio fue adquirido por Google y fue inmediatamente cerrado.

En lo personal, veo esta situación como algo grave y preocupante. En Uruguay, Antel es juez y parte en todo lo relacionado con telecomunicaciones, por ser una empresa estatal. Abrir una ventana de este estilo habilita a la empresa a otros posibles movimientos en la misma línea. Por ejemplo, teniendo en cuenta que la empresa se ha introducido en el negocio audiovisual, podría beneficiar las velocidades de descargas de todo el tráfico proveniente de su plataforma Vera o Vera+. También podría generar otros acuerdos de similares características para otros servicios externos, como podría ser Netflix (empresa con la que tiene un acuerdo firmado) en desmedro de Amazon Prime o Spotify en contra de Apple Music. A estar con los ojos abiertos.

Danilo Espino es ingeniero en computación.