Quedan dos semanas para que se termine el año y, como suele ocurrir, varios proyectos de ley esperan por su aprobación antes del cambio de almanaque. Entre ellos, el FA priorizará el que modifica la Ley de Financiamiento de los Partidos Políticos (18.485), que tuvo media sanción en la Cámara de Senadores en noviembre de 2017. Carlos Varela, coordinador de la bancada de diputados del Frente Amplio, informó a la diaria que el jueves 20 habrá una sesión de la Cámara de Representantes en la que se tratará ese proyecto, que es el que deben aprobar con mayor urgencia, dado que quieren empezar el año electoral con esa ley funcionando. Además, como el proyecto que vino del Senado se modificará, la iniciativa deberá volver para su aprobación definitiva. El primer artículo del proyecto establece que las autoridades nacionales de los partidos políticos podrán establecer una contribución especial para su financiamiento, “a cargo de las personas que ocupen cargos electivos, políticos y de particular confianza que estén afiliadas al partido, o que hayan sido propuestas por el partido”. “La contribución no podrá superar, en ningún caso, ni aun con el consentimiento del afectado, el 15% de la retribución líquida (nominal menos descuentos legales) que perciba la persona en el cargo en que fue designada o elegida”e. Además, en el sexto artículo se establece que los partidos políticos, sectores internos y las listas de candidatos “sólo podrán recibir aportes, donaciones y contribuciones, sea en dinero o en especie, de personas físicas debidamente identificadas y de personas jurídicas que no reciban subsidios o subvenciones del Estado”, entendiendo esta expresión “en su acepción más amplia”.

Varela también señaló que se está trabajando a nivel bicameral para ver si antes de fin de año se puede aprobar la ley orgánica militar, aunque si se vota ahora o a principios de 2018 “no modifica demasiado la situación”, acotó el diputado. El proyecto fue enviado por el Poder Ejecutivo al Parlamento en setiembre y tiene como objetivo “consolidar los principios de conducción, gobernabilidad, liderazgo civil y control democrático de las Fuerzas Armadas, generando un sistema institucional con jerarquías de decisión política y acción operativa”.