Diciembre encontró a la sede central del Movimiento de Participación Popular (MPP) llena de cuadernos, pizarrones, ecuaciones matemáticas y líneas de tiempo. A comienzos de este mes, los jóvenes del sector que se identifican como Gurises MPP lanzaron en sus redes sociales una convocatoria a estudiantes de liceo y UTU que necesitaran apoyo para rendir exámenes en diciembre. Lo que comenzó como un apoyo entre compañeros de militancia tomó una mayor escala, con más de 400 inscriptos.

Todo empezó entre movidas, pasacalles y pintadas de cara al Congreso del MPP realizado el 24 de noviembre. Muchos de los jóvenes participantes preparaban en simultáneo sus exámenes de fin de año, y otros, docentes recibidos o estudiantes avanzados del Instituto de Profesores Artigas (IPA) o universitarios, decidieron darles una mano. La experiencia resultó positiva e, inspirados por el discurso del ex presidente José Mujica durante el Congreso, los jóvenes decidieron ampliar la propuesta a otros estudiantes que necesitaran ese apoyo, explican Julieta Sierra y Melody Caballero, integrantes de Gurises MPP y coordinadoras generales de la iniciativa.

Una frase de Mujica en particular resonó en sus oídos: “La solidaridad podrá con la codicia”, y con ella ilustran su propuesta. “Veíamos y entendíamos lo que expresaba Pepe, pero de manera muy simplificada. Después, en las reuniones profundizamos en la importancia que tiene la educación como herramienta liberadora y transformadora del ser. Desde una visión incluso de clase: sabemos que cuestiones de clase con repercusiones materiales dificultan el desarrollo educativo, la emancipación y el desarrollo de las personas”, dice Melody.

“Nosotros queremos cambiar efectivamente la realidad, y nos preguntamos: ¿cómo lo hacemos? ¿Cuáles son nuestras herramientas para efectivamente desarrollar ese cambio en los seres? Encontramos que tenemos las condiciones para aportar desde este lugar y salimos a la cancha. Eso significaba poner en práctica ese montón de ideas que uno tiene cuando arranca como militante. Queríamos interferir en la vida del otro en pos de un desarrollo y es lo que está sucediendo”, añade la joven.

“Hoy, a las siete de la mañana, un grupo de compañeros subió al Instagram de Gurises MPP una foto en la que estaban preparando las clases para los estudiantes. Es así como te volvés a enamorar del por qué y para qué están determinadas organizaciones. Todo eso de los sueños y lo utópico lo volvés a sentir como la primera vez que entraste”, comenta Melody. Julieta añade que en momentos de deslegitimación política es importante recordar que cientos de personas trabajan por causas como esta en las organizaciones partidarias.

Dicen que no decidieron aportar en este terreno porque haya fallas en el sistema educativo ni porque perciban escasez de ofertas de planes, tutorías y clases de apoyo, sino para ofrecer “un apoyo a la institución educativa” y desarrollar una propuesta “un poco más atractiva”, porque muchos estudiantes, una vez finalizadas las clases, “no quieren saber más nada con la institución”. Para participar en esta experiencia hay motivaciones relacionadas con “la curiosidad de saber quiénes somos y qué estamos haciendo, no encontrarse con los profesores de la institución, que seamos gurises como ellos y que las clases sean el centro”, aseguran.

La “academia”

No hay requisitos para inscribirse. No importan la edad, el barrio o la ideología política. En la tarde del miércoles 19 llevaban 386 inscriptos en menos de un mes, y el viernes 21 alcanzaron los 400. Algunos jóvenes y sus padres ya están solicitando cupo para febrero. Melody y Julieta registran a cada estudiante en una cuadernola y luego los organizan por materias en cuadernos; así llevan un orden junto a los coordinadores de cada curso. Se cubren todas las materias de secundaria y algunas específicas de UTU.

La semana pasada contaban con el apoyo de 25 docentes voluntarios. Muchos de ellos son jóvenes militantes del sector; otros tantos no pertenecen a la organización pero se sumaron al proyecto. Así como a diario reciben mensajes de estudiantes para anotarse, han recibido a decenas de profesores ajenos a toda estructura partidaria que ofrecen sus servicios. Los coordinadores de cada área determinan la oferta de horarios junto con los docentes. Las clases se dictan de lunes a domingos, y muchos de los cursos continuarán hasta fines de diciembre.

La cantidad de jóvenes interesados sorprendió a todos, y para el próximo período de exámenes, en febrero, retomarán las inscripciones el 14 de enero. Ante la magnitud que ha tomado la iniciativa, llevarán a cabo algunas instancias internas para reforzar la organización, evaluar el proceso y determinar nuevos lineamientos de trabajo. No prevén establecer un máximo de cupos: la idea es recibir a quienes lo necesiten e ir midiendo la capacidad humana de la “academia” para atender a todos.

“Tenemos muy buenas respuestas”, señala Julieta. Han comenzado a recibir mensajes de padres orgullosos de sus hijos por haber aprobado, y de estudiantes sumamente agradecidos. Por el momento no cuentan con un registro de los jóvenes que han aprobado, pero trabajan a fin de sintetizar y sistematizar esa información, como un insumo para medir el impacto que están logrando y para los jóvenes que se anoten en febrero.

El éxito de la movida en Montevideo despertó el interés de otras departamentales del MPP en replicar la propuesta. Melody y Julieta adelantaron que en Maldonado se están organizando para ofrecer el mismo apoyo a estudiantes.

No partidario, pero sí político

Las coordinadoras manifestaron que no se trata de un proyecto político-partidario en el sentido de “la bandera o la remera”, sino “de ideas y concreción en acciones de las cosas que posibilitan un cambio”, y de potenciar “que el gurí que se fue a examen no sienta que está todo perdido y que no sirve el liceo. Por el contrario, que tenga resultados en un sistema que exige resultados”. Afirmaron que el espacio es “meramente académico”, sin intenciones de llevar adelante un intercambio ideológico ni de llevar a cabo tareas de reclutamiento, sino solamente de potenciar la “democratización del conocimiento” y desde ahí darles la oportunidad a los estudiantes de “empoderarse”.

Esta iniciativa les trajo a Melody y Julieta mucha emoción y satisfacción personal. Resaltan que lo más importante es haber trascendido lo político-partidario y apostar a un cambio social con participación de diversos agentes. En el caso de Melody, que también da clases de Geografía, esta propuesta le posibilitó conjugar dos espacios que le resultan gratificantes: “Es parte de la vocación. En el IPA me formo para dar clases, pero estar en un lugar físico de mi organización política practicando estos valores y principios, en un acto de solidaridad, de amor y entrega al otro, es la plenitud”.

Por su parte, Julieta acotó que si bien la iniciativa se aleja de lo político-partidario, forma parte de la militancia y es política por el hecho de estar aportando a que “gurises de todos los barrios, sin distinción, puedan acceder a un apoyo mucho más personalizado en términos académicos. Es totalmente reconfortante”.

Pertenecer a una organización política no les presentó ningún problema para llevar adelante la tarea, y aunque por el momento no han recibido apoyo de otras juventudes políticas, frenteamplistas o de otros partidos, es una posibilidad que está abierta. Al respecto, Melody sostuvo que sería “maravilloso que surgiera de la voluntad de otros dar apoyo”, y que si otros movimientos políticos, sindicatos y otras organizaciones sociales se sumaran “estaríamos encaminados a un objetivo común como país, porque esto también podría ser la oportunidad de descentralizar de una vez por todas la ayuda”.

Cosas de gurises

Dentro de la estructura del MPP no existe una organización específicamente juvenil como en otros sectores y partidos, porque prefieren que “los procesos y transformaciones que pueden desarrollar los jóvenes que se incorporan en la organización” se den “a través de la construcción intergeneracional”, combinando “las visiones de las distintas generaciones para enriquecer los procesos individuales y colectivos”, explica Melody, y comenta que así los jóvenes tratan de “acompasarse al paso de los viejos”, y los adultos de “acelerar el paso con los jóvenes”.

Gurises MPP no es, por lo tanto, una organización formal, sino un espacio de encuentro de jóvenes del sector para instancias puntuales y para el el desarrollo de algunas actividades. Las integrantes del grupo explicaron que sus acciones más visibles se han llevado a cabo durante las campañas electorales. Por ejemplo, en 2014 hicieron los “Agites 609”, movidas culturales y espectáculos artísticos en distintos barrios. Tras un período de inactividad, se reencontraron en la organización del acto sectorial del 24 de noviembre en el Platense Patín Club.

Actualmente están planificando otras actividades que se van a desarrollar el año que viene, entre ellas “Cine en movimiento”, con exhibición de obras en distintos espacios de Montevideo e “intención de discusión e intercambio, buscando la reflexión”. “Ya tuvimos una primera experiencia rica, y la idea es ir agregando determinados objetivos puntuales que llamen al encuentro y a la convergencia de gurises”, dice Melody.