Ante un par de cientos de personas, Ianek Mudzyk lanzó ayer, en la sede del Partido Colorado, la agrupación Reconstruyendo el país entre todos, que apoya la precandidatura del senador José Amorín Batlle. En el acto, convocado a las 19.00 pero que empezó más de 45 minutos después, habló principalmente de seguridad y educación.
“Yo tengo más derecho que el tipo este que me viene a robar, una cosa es un ciudadano y otra cosa es un delincuente”, fue uno de las primeras cosas que dijo. “No sé si la mayoría [de los presentes] son cristianos o no, pero no se preocupen por creer o no, porque en el día de hoy dos tipos en una moto definen quién vive y quién muere”, continuó. Aseguró que hay dos muertes por día a causa de la inseguridad, y acotó que en la dictadura de 1973-1984 sólo “mataron o desaparecieron a 197 personas”. Abogó por la mano dura y por implantar la prisión perpetua revisable para las “personas que no están capacitadas para estar en sociedad”. Su agrupación propone que se aplique esa pena para los culpables de violación, de asesinato muy especialmente agravado y de enriquecimiento ilícito con dinero del Estado.
Por otra parte, Mudzyk y los suyos quieren que las personas privadas de libertad sean obligadas a trabajar y reciban una retribución económica a la cual se le hagan quitas para el Estado y para las víctimas o sus familias. “Una parte va para el Estado, porque nosotros lo estamos manteniendo. [...] El tipo también se tiene que pagar por él mismo”, afirmó.
Sobre la superpoblación en los centros de reclusión, opinó: “No podemos permitir que el ministro del Interior [Eduardo Bonomi] nos diga que no hay lugar en las cárceles. Si no hay lugar, construí otra [cárcel] al lado, no hagas el Antel Arena”.
Mudzyk reclamó más respeto para los policías y les pidió a los presentes que no los llamen “milicos”. Aseguró también que “hay policías que terminan encarcelados porque agarran a un menor infractor de la mano fuerte”.
Sobre educación, dijo que los liceos en la actualidad funcionan como “centros de adoctrinamiento marxistas”. “Si yo te hablo de Marx, Engels y de socialismo, y no te hablo de otros visionarios, te estoy condicionando para que seas de una forma”, arguyó.
Cuando habló Amorín, tomó distancia del discurso de Mudzyk. “Yo no hablo de mano dura, hablo de mano firme y de aplicación de la ley”, fue una de sus primeras afirmaciones. No obstante, estuvo de acuerdo con que en la actualidad “nadie respeta a la Policía”. Acerca de la realidad en los centros de reclusión, dijo que “hay cárceles en donde mandan los presos y no hay posibilidades de rehabilitación”; sin mencionarlo, habló sobre el asesinato de Richard Marcelo Pelado Roldán a principios de noviembre y dijo: “No quiero ni hablar del tema, pero es de película, es como aquella de Hannibal Lecter. Hay tantas cosas para mejorar y hacer que el gobierno que viene va a tener que tomar decisiones muy importantes y va a poder mejorar la situación rápidamente”, opinó.