“Por el costado de la vía” se llama un colectivo de vecinos de Capurro, Sayago, Peñarol y Colón que se está movilizando en contra de la construcción del Ferrocarril Central, que comenzaría en enero de 2019. En la cuenta de Facebook del colectivo hicieron una publicación con la pregunta “¿usted sabe de qué forma afecta en su hogar el tren de UPM?”, y contestan: “Contaminación del aire”, “contaminación sonora, ruido persistente”, “vibraciones”, “movimiento de cimientos en viviendas”, “migración de roedores”, “distorsión de movilidad y calidad de vida urbana”, etcétera.

Ayer la Comisión de Transporte, Comunicaciones y Obras Públicas de la Cámara de Diputados recibió a varios vecinos de ese colectivo más otros de Las Piedras y Sarandí del Yi, preocupados por el proyecto del tren.

El diputado del Frente Amplio Daniel Caggiani, integrante de la comisión, dijo a la diaria que los vecinos básicamente plantearon su preocupación por cómo se estaba llevando adelante el proceso de brindar información a la ciudadanía, y cómo se podía mejorar “los diferentes niveles de participación”, pero también por “cómo el proyecto puede repercutir en las viviendas”. Caggiani señaló que el 21 de diciembre la Dirección Nacional de Medio Ambiente brindará una audiencia pública “para poder responder las inquietudes que los vecinos han planteado”, y que la comisión quiere “ser un puente” entre las demandas de los vecinos y el trabajo del Poder Ejecutivo, para que haya “un adecuado tratamiento en un tema que es muy sensible”. A título personal, Caggiani opinó que el proyecto del ferrocarril es “muy importante para Uruguay” y subrayó que debe haber una “adecuada información y comunicación a la ciudadanía” sobre los principales aspectos del proyecto.

A su vez, el diputado colorado Adrián Peña, también integrante de la comisión, dijo a la diaria que los vecinos “no tienen demasiada idea de qué es lo que va a pasar” con el proyecto. “Ellos tienen un montón de reparos, por ejemplo, la distancia entre la vía y las viviendas, ante los efectos que esto va a tener desde el punto de vista de la contaminación”, indicó. Agregó que otro planteo de los vecinos es que “no hay ningún estudio de cómo será el impacto en las viviendas, y si las edificaciones que existen aguantarán la vibración”. Por último, subrayó que en la comisión disponen de poca información, ya que el proyecto es parte de un contrato “semiconfidencial” y, por lo tanto, es “medio oscuro”.