Los organizadores de la actividad son los deudores del Banco Hipotecario del Uruguay (BHU) y de la Agencia Nacional de Vivienda (ANV): alrededor de 23.000 personas que, si bien han pagado durante muchos años las cuotas de sus viviendas, siguen sin saldar las deudas.

“Reclamamos que se instale un amplio diálogo por soluciones urgentes. Los deudores hipotecarios deseamos pagar la deuda, pero no podemos hacer frente a abultados intereses y al mismo tiempo soportar la brutal suba de la UR [Unidad Reajustable]”, anuncia el grupo Deudores BHU y ANV, que es el que convoca a la movilización. En Montevideo, se concentrarán a las 13.00 en las puertas del BHU y a las 15.00 en las de la ANV; en el interior del país, cada grupo fijará el horario de movilización, explicó a la diaria Gustavo Firpo, vocero del grupo.

Cada deudor entregará un formulario mediante el cual les solicita a las autoridades del BHU o de la ANV, según corresponda, que se le dé cumplimiento a la recomendación que emitió la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH) en agosto de 2013 (ver “Recomendación de la INDDHH”). Firpo recordó que ya pasaron casi cinco años de la recomendación de la institución y que hasta ahora no ha habido cambios.

El asunto de fondo es la moneda en que están medidos los préstamos: hasta 2007, el BHU otorgaba los préstamos en UR, que se ajusta por el Índice Medio de Salarios (IMS), y a partir de ese año, comenzó a otorgarlos en UI, que se ajusta por la inflación, medida mediante el Índice de Precios al Consumo. El crecimiento salarial provocó una situación desigual. Así lo graficó Firpo: “Si tomaste un crédito en 2007 en UI y tu cuota es de 5.000 pesos, hoy tu cuota está en 13.000 pesos; en UR, si tu cuota estaba en 5.000 pesos en 2007, hoy está en 21.000 pesos, haciendo la indexación de la UR por encima de la UI”. Por eso, subrayó: “Es muy flagrante la contradicción y el perjuicio que se les causa a los viejos deudores que quedaron presos de ajustar deuda de una forma muy injusta, muy arbitraria y muy lejos de la realidad, porque hoy ajustar deudas con el IMS sólo sirve para favorecer a una parte y perjudicar a otra parte: trabajadores y jubilados que tomaron un préstamo social”.

Firpo expresó que la mayoría de las deudas fueron generadas a partir de la recuperación democrática, hace 33 años, aunque hay otras que se arrastran desde la dictadura. En el primer gobierno de Julio María Sanguinetti –período en el que hubo una importante recuperación salarial debido al atraso sufrido durante la dictadura–, ocurrieron los primeros colgamentos, es decir, las primeras refinanciaciones de la deuda. Para bajar los montos de las cuotas se extendía ocho años la deuda, ejemplificó Firpo, que señaló que así se llegó a la absurda situación en la que los préstamos se extienden por 40 o 50 años.

De acuerdo, pero en suspenso

La convocatoria menciona que en el Consejo de Ministros que sesionó en Flores en octubre de 2017, el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, catalogó la situación que viven los deudores como un “agobio financiero” y se comprometió a trabajar para alcanzar una solución.

“Hoy tenemos trabajo parlamentario serio desde diversas bancadas: del Frente Amplio [FA], del Partido Nacional y del Partido Independiente [PI]”, expresó Firpo. Se refería al proyecto de ley que presentó el nacionalista Luis Alberto Heber en diciembre, que propone, para los deudores que estén al día, convertir el saldo de deuda de UR a UI, y establecer un régimen especial de descuentos para los deudores buenos pagadores; y al que presentó Iván Posada (PI) en 2012, para que los deudores en UR tuvieran la opción de pasar las deudas a UI y disminuir el monto considerando la desigual evolución de UR y UI. El proyecto del FA no ha tomado estado parlamentario, pero, según Firpo, la lista 711 presentó un proyecto a la bancada de este partido.

“Reclamamos que ese trabajo se condense en proyectos que promuevan acuerdos de los partidos y devengan soluciones urgentes a una población que ya está muy vieja, quedando por el camino, y que no ve que haya una suerte de alivio”, dijo Firpo. También comentó que la enorme mayoría de los deudores son jubilados y pensionistas: “El sector de la sociedad de clase media más baja, o de baja apenas media, veteranos que trabajaban en la década de 1970 y 1980” y que hoy corren el riesgo de perder su única vivienda.

A fines de diciembre, el secretario de Presidencia de la República, Miguel Ángel Toma, recibió al grupo Deudores del BHU y se comprometió a volver a reunirse con ellos este mes. Firpo dijo que están esperando a ser convocados. Insistió en que “el tema es que haya voluntad política y que haya acuerdos. Después, todo lo otro se trabaja”.

“Todos nos dicen que tenemos razón, pero la situación lógicamente, numéricamente, matemáticamente, pero sobre todo humanamente, es cada vez peor para una población que debería tener soluciones rápidas, porque el cronómetro biológico lo está demandando”, recalcó Firpo.