Cuando los organizadores del evento del 23 de enero en Durazno escucharon la estimación que el astrónomo Gonzalo Tancredi hizo de la cantidad de concurrentes, seguro tuvieron ganas de decirle: “Zapatero a tus zapatos”. Tancredi, astrónomo del Departamento de Astronomía del Instituto de Física de la Facultad de Ciencias, tiene un poco de experiencia en bajarles los humos a las cosas, incluso en su campo de investigación: en 2006, junto a su colega Julio Fernández, fue responsable de elevar la moción ante la Unión Astronómica Internacional que terminó quitándole el estatus de planeta a Plutón y condenándolo a su categoría de planeta-enano.

Mientras todos los medios decían que la convocatoria en Durazno era de varias decenas de miles, Tancredi, que está habituado a contar la cantidad de estrellas en fotografías tomadas por telescopios, se puso a hacer cálculos. ¿Qué lo llevó a hacerlo? “Yo no voy a negar mi pasado de militancia y mi presente de simpatías políticas, pero era más una cuestión de que lo que se decía no coincidía con lo que veía en las imágenes”, respondió. En aquel entonces, mediante un análisis de una captura de pantalla de la transmisión en vivo que hizo Canal 4, en la que había una buena panorámica, Tancredi hizo sus cálculos y concluyó que, calculando una densidad promedio de una persona cada 1.000 píxeles de la imagen, y tomando en cuenta el área cubierta por personas, habían concurrido al acto unos 4.500 autoconvocados. Aplaudido por unos y desacreditado por otros, Tancredi luego hizo una corrección a sus estimaciones, basándose en otra foto que le enviaron: a partir de esa nueva imagen calculó que había unas 6.000 personas. “Por rigurosidad científica, me gusta hacer los cálculos varias veces y comprobar si hay equivocaciones. La estimación inicial estuvo cercana”, publicó entonces en su Facebook, y desde entonces se ha vuelto costumbre que analice la concurrencia a distintos actos. “Trato de aplicar el método científico a un problema concreto, y por eso hago mucho énfasis en explicar todos los pasos”, afirma.

La segunda aparición del “astrónomo de masas” sucedió en febrero, luego del acto del Frente Amplio en Piriápolis, con motivo del aniversario de su creación. Como en Durazno, en las redes circularon fotos apócrifas que actores políticos dieron por válidas, algunas de Woodstock y otras con partes groseramente clonadas. Para mucha gente, la cantidad de asistentes importaba. Siguiendo con “su afición contable”, Tancredi comunicó en las redes su estimación basada en una imagen de Google Earth del lugar del acto y de los videos que se subieron a las redes sociales. El cálculo le dio que la concurrencia estaba en el entorno de las 13.500 personas. Pero como dijo luego, “la ciencia se basa en datos. Cuanto mejor su calidad, más precisas son las estimaciones”. De este modo, analizar una toma desde un dron le permitió corregir a la baja la cifra y estimar que los frenteamplistas en Piriápolis habían sido unos 9.000. Al respecto dijo: “Tengo claro que esta nueva estimación no cambia la sustancia del tema político; pero como científico me interesa ajustarme a lo que aportan los datos empíricos”.

El 8M

La nueva aparición de Tancredi es más polémica que las dos anteriores. No porque el método empleado sea menos confiable, sino por la gran diferencia que hay entre su estimación y la de algunas organizaciones y participantes en la marcha del 8 de marzo por el Día de la Mujer. Mientras que algunos hablaban de cifras cercanas a los 300.000 asistentes, Tancredi analizó una imagen de la marcha, midió la superficie de la calzada de 18 de Julio a la altura de Minas y estimó que la asistencia estaba en el entorno de entre 25.000 y 30.000 participantes. Para ello analizó un área de 30x30 píxeles de la foto de la marcha, en la que contabilizó “unas 40±10 personas”. Con ese dato, y luego de medir el área de la calle y las bocacalles con Google Earth (1.922 m2 la calzada, 170 m2 las bocacalles), calculó que por cuadra “habría 2.240±560 personas”. Al basarse en datos de prensa que informaron que la marcha tuvo una extensión de 13 cuadras, estimó “una concurrencia de 29.000 ±7.000 personas”.

La estimación causó sorpresa, dada la gran diferencia con las estimaciones que circulaban. Tancredi advierte que “una cosa es contar en un acto, y otra es contar en una marcha, y siempre hay menos densidad en una marcha que en un acto”, dado que la gente al caminar utiliza más espacio. En un acto, afirma, es posible encontrar densidades de entre dos y 2,5 personas por metro cuadrado. Esto implica que si aplicáramos las proyecciones estimadas para los actos, dadas las 13 cuadras y las áreas de calles y bocacalles, el jueves podría haber habido unas 50.000 personas, una cifra que está aún muy lejos de las 300.000 que estimaron varias fuentes.

A propósito del margen de error (que ronda en 25%), Tancredi reconoce que “en astronomía estamos habituados a ese tipo de márgenes de error. Todo depende de la calidad de los datos”. Además, afirma que con una imagen de mayor resolución que aquella con la que trabajó, ese margen podría bajar un poco. “En la foto que analicé, una persona ocupaba un píxel”. Una imagen mejor podría bajar un poco el nivel inicial de incertidumbre, y Tancredi dice que aquellos que duden sobre la corrección de la estimación pueden mandarle mejores fotos. En el caso de Durazno, la revisión arrojó algunas personas más (de 4.500 a 6.000) y en el del Frente Amplio, algunas menos (de 13.500 a 9.000). Parece poco probable que nuevas fotos lleven estos 30.000 a 300.000, lo que, obviamente, poco tiene que ver con la relevancia –y urgencia– para encontrar soluciones para los problemas que convocaron a esa movilización.