El presidente de la Comisión de Programa del Frente Amplio (FA), Ricardo Ehrlich, la senadora Patricia Ayala, el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Álvaro García, el politólogo Rafael Piñeiro y el sindicalista y ex diputado Óscar Andrade presentaron ayer en la sede de la fuerza política el “Desafío de la democracia”, uno de los cinco desafíos que estructuran la elaboración del programa de gobierno 2020-2025.

Piñeiro destacó como un “fenómeno casi único” en el mundo a la estructura del FA, por continuar “vibrando”, no sólo después de tantos “años de acción política”, sino luego de tres períodos de gobierno. También señaló que en el proceso de elaboración programática confluyen personas e ideas de ámbitos distintos, como la sociedad, la academia y el gobierno, y se produce una “tensión” entre el conocimiento y la política en la toma de decisiones. “La idea es que las dos tienen que mezclarse”, sostuvo. Según dijo, mejorar la democracia parece una cuestión de voluntad y de que se pueda avanzar sin mayores problemas hacia ese objetivo, pero eso no es real, ya que se producen “polarizaciones”. El politólogo sostuvo que uno de los desafíos más representativos consiste en reducir la capacidad de algunos actores de tener influencia sobre la política por “concentrar recursos o usarlos”, haciendo que las políticas no respondan a los intereses de las mayorías sino a los suyos. Como ejemplo hizo referencia a los grandes medios de comunicación y a la concentración de poder en la economía. Finalizó citando a Karl Marx cuando decía que era imposible compatibilizar democracia con capitalismo, y que cualquier intento de compatibilizarlos terminaba en una dictadura. “Tal vez sea imposible, pero está claro que hay que hacer el esfuerzo con disfunciones, y precisamente todas esas tensiones refieren a la dificultad que significa administrar democráticamente un sistema económico que va en contra del principio de distribución de derechos políticos que tiene una democracia”, concluyó.

En tanto, Andrade comenzó hablando sobre la desnutrición infantil en el mundo y la concentración de la riqueza, y dijo que ahora la consigna del sistema es “rentabilidad o muerte”, o “el negocio o la tumba”. “El proyecto que ellos quieren requiere democracias de baja intensidad, anemia emocional, individualismo extremo, competir entre nosotros para enfrentarnos, imponiendo una lógica que es pesada. Eso es lo que piensa el neoliberalismo para su proyecto. Y nosotros, al revés, precisamos gente que gestione bien, pero no alcanza con compañeros que gestionen bien. Precisamos protagonismo popular para las transformaciones que quedan, porque cada transformación genera un conflicto pesado. Porque hay gente que no tolera, por más que esté bien, ver un cartel en el shopping que dice ‘estamos en conflicto, ganamos 10.000 pesos’, o no tolera pagarle el aguinaldo a la empleada doméstica, no tolera ver a un homosexual por la calle, no tolera, no tolera, no tolera...”, expresó.

Por su parte, Ayala se centró en hacer varias preguntas sobre lo que se puede hacer en el futuro con la descentralización, la regionalización, los municipios, no sin antes hacer un repaso de los avances en ese tema, que consideró “nuestro”. “Este es un tema impulsado, discutido y concretado por el FA”, precisó.

La senadora pidió a la Comisión de Programa “elaborar propuestas programáticas que sean de fácil acceso y de fácil comprensión e interpretación”, porque “muchas veces hemos tenido documentos preciosos y después la gente no los comprende”. Una de las preguntas que se hizo Ayala fue si es necesario municipalizar las capitales departamentales. Además señaló las asimetrías entre municipios: el del Cerro tiene 200.000 habitantes, mientras que todo el departamento de Artigas tiene 78.000. “¿Qué hacer con estas cosas?”, preguntó.

García dijo que la democracia implica garantizar el goce de las “tres generaciones de derechos” y sostuvo que son muy importantes para el gobierno uruguayo las definiciones de Naciones Unidas sobre los 17 Objetivos de Desarrollo Sustentable con “una agenda 2030”, que hacen énfasis en el desarrollo económico, social, ambiental y cultural, “todos de la mano”. Finalmente, dijo que hay dos palabras claves que tienen que estar “en los frenteamplistas”, y que son “ética y épica”. “Hay que volver a los orígenes adecuándose a los tiempos que corren”, dijo. Para eso, recordó que en los 70 la canción “A desalambrar” “movía” a los frenteamplistas, y en los 80 fue “A redoblar”. “¿Cuál es el verbo que hay que conjugar ahora?”, se preguntó.

Las unidades

“El desafío de la democracia” abarca tres unidades temáticas: Integralidad de derechos, que trata temas como derechos humanos, compromiso ciudadano, convivencia y ciudadanía y medios de comunicación (comienza a reunirse hoy y lo hará todos los jueves a las 19.00 en la sede del FA); Descentralización, que aborda su profundización, la articulación de los diferentes niveles de gobierno y la participación; y Sistema democrático y fortalecimiento institucional, que incluye temas como papel y estructura del Estado, gestión pública, sistema de partidos y electoral y sistema de justicia.