La posibilidad de que el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) destinara una partida de un millón de dólares para financiar apoyos de docentes, fonoaudiólogos, talleristas u otros recursos a las escuelas que optaran por aplicar la repetición únicamente en tercer y sexto año, generó la alerta de la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM), que rechaza que se condicionen los apoyos técnicos en las escuelas a la aceptación de un programa de no repetición. Ayer los integrantes del CEIP se reunieron con los dirigentes de la FUM para conversar sobre este tema, que se debate desde hace tiempo pero particularmente desde noviembre del año pasado, cuando el CEIP aprobó el acta 119, con el documento “La promoción en clave de ciclos escolares”.
Representantes de la FUM solicitaron la reunión el martes, sorprendidos por el anuncio de los apoyos económicos y porque se hubiera adoptado la resolución “a espaldas de los maestros y del sindicato”. En declaraciones a VTV Noticias, la directora general del CEIP, Irupé Buzzetti, dijo el lunes que el documento sobre promoción en ciclos escolares (uno desde primer a tercer año, y otro desde cuarto a sexto) se iba a entregar a todos los maestros para su discusión, y que el consejo iba a “dar la opción de que un centro pueda optar por hacer este ciclo, con apoyos especiales”. En la entrevista comentó que se estaba pensando en dar “algún apoyo económico a esos centros que tengan niños en situación de recursar para que tengan un apoyo específico”.
Elbia Pereira, secretaria general de la FUM, explicó a la diaria que en la reunión de ayer “dejamos en claro que nosotros no nos estamos oponiendo a la inversión en recursos que apoyen el aprendizaje de los niños”, sino a que esos recursos se otorguen a centros “cuyos docentes se afiliaran a la idea de la no repetición”. La dirigente indicó que las autoridades “se comprometieron” a aclarar el tema hoy, durante el inicio de clases, y que le manifestaron que la estrategia “no iba a ser una imposición; aquellos centros que estén trabajando con clases no graduadas no tendrían la obligación de no dejar chiquilines repetidores para poder recibir el aporte”.
Recursos y estrategias
La norma establece que la promoción o repetición de un grado es “una decisión de un profesional de la educación, el maestro”, y se mencionan las distintas experiencias o programas que se llevan a cabo en las escuelas para acompañar las trayectorias educativas, explicó el integrante del CEIP Pablo Caggiani. “Hay una cuestión muy clara: Cuando vos tenés como última opción el recursado es porque disparaste estrategias que no llegaron a asegurar los aprendizajes. Si el recursado da más tiempo pedagógico, busquemos la manera de poner esos apoyos antes”, dijo el consejero.
Caggiani señaló que el CEIP “no está trabajando en la lógica de eliminar la repetición, sino en la de mejorar las trayectorias educativas, y eso implica reconocer lo que hacen los docentes”. Al respecto, mencionó experiencias como el programa Maestros Comunitarios y su línea de aceleración escolar, las actividades que se generan en las escuelas Aprender (con población de los quintiles 1 y 2, de menores recursos), las prácticas de pasaje de grado de los docentes de primer año a segundo con su grupo o las experiencias de aulas no graduadas, como estrategias de trayectorias protegidas que tienen “buenas evaluaciones” y disminuyen la repetición. “Se trata de ver cómo podemos seguir en ese camino de singularizar la propuesta y adelantar los apoyos antes de un recursado”, reiteró, para que, efectivamente, la repetición sea el último recurso de las maestras. Según el consejero, en la reunión se “aclaró el alcance” de la resolución, que busca “colocar más apoyos para poder efectivamente mejorar los aprendizajes y las trayectorias”, y puntualizó que estos “no pueden ser condicionados a eliminar el recursado”. Además, consideró “muy razonable” la preocupación de la FUM .
Sobre los cuestionamientos que apuntan a que eliminar la repetición es dar un “pase social” o está pensado para mejorar las estadísticas, Caggiani advirtió que en los últimos años la repetición disminuyó a 4,7% en primaria “sin que se moviera la aguja de los aprendizajes: las evaluaciones de aprendizajes, las que quieras, nos dan que más o menos estamos igual”, señaló.
Consideró que el recursado representa problemas porque significa “un cambio del grupo de pares para un niño, pero además representa una dificultad en los sectores más vulnerables, que son los que repiten, en la culminación de su ciclo obligatorio. Un niño que repite dos veces en la escuela y una vez en el liceo viene tres años rezagado; en segundo o tercero de liceo, con 17 o 18 años y quizá de un sector vulnerable, la opción de transición a la vida adulta es empezar a trabajar y dejar de estudiar”.
Evaluación temprana
En primer año de escuela la repetición es más alta que en el resto de los grados: asciende a 10%. Los niños, señaló Caggiani, “pasan de una propuesta no graduada a una graduada, y es el año en el que se determinan situaciones de baja visión, hipoacusia, cuando se empiezan a consolidar los diagnósticos vinculados a la salud mental, comienza el proceso de aprendizaje de lectoescritura y matemática, que no se puede resolver sólo en primero”. Uno de los mecanismos para detectar a tiempo dificultades de aprendizaje es la evaluación temprana de los estudiantes, y su posterior intervención en coordinación con el Ministerio de Salud Pública o con el Ministerio de Desarrollo Social.
Este año, en todos los grupos de educación inicial nivel cuatro y cinco años, las maestras aplicarán el Inventario de Desarrollo Infantil (Indi), una herramienta desarrollada por investigadores de la Facultad de Psicología de la Universidad de la República para evaluar distintos aspectos del desarrollo de los niños y su disposición para la escolarización. La evaluación la hacen las maestras en el contexto de aula y consiste en 55 indicadores para determinar el nivel de desarrollo infantil en cuatro dimensiones: el desarrollo cognitivo, el desarrollo motor, aspectos socioemocionales y la disposición hacia el aprendizaje. Si bien hasta 2017 el CEIP utilizaba otra herramienta de evaluación infantil, el Indi está diseñado para ser utilizado en el contexto uruguayo, en base a un baremo construido a partir de una muestra representativa de los niños uruguayos.
Esta semana, antes del comienzo de clases, maestras de todo el país de los niveles 4 y 5 tuvieron capacitaciones para poder aplicar el Indi. El objetivo es que esta herramienta sea un insumo de trabajo para la planificación de las actividades en clase y que, eventualmente, permita advertir situaciones en las que sea necesario hacer interconsultas con otros profesionales.