Si bien su agenda es apretada, Ed Yong se hizo un tiempo para compartir algunas palabras con los lectores de la diaria a propósito de la edición en español y en Uruguay de su libro.

Tu libro recién fue editado por nuestras latitudes, pero hace dos años que salió en inglés. Dado que la ciencia –y la microbiología en particular– se mueven rápidamente, ¿te gustaría reescribir o agregar algo? ¿Se viene algo así como un “Yo contengo más multitudes”?

La ciencia del microbioma se mueve rápidamente y se hacen nuevos descubrimientos todo el tiempo –muchos de los cuales cubro para The Atlantic–. Pero estoy contento con el libro como una fotografía de un momento. Tal vez tenga que hacer una versión ampliada y editada dentro de diez años.

Decís que los microbios están de moda, sin embargo las metáforas bélicas siguen usándose para referirse a cómo tenemos que lidiar con ellos. ¿No es un poco paradójico?

El microbioma ciertamente está de moda. El éxito de Yo contengo multitudes lo atestigua, como también lo hace la gran cantidad de noticias, artículos y revistas publicadas sobre el tema. Pero todavía hay mucho miedo y repulsión cuando se trata de los microbios, e incluso un fuerte deseo de eliminarlos. Va a llevar mucho tiempo más para que eso deje de suceder.

Estamos cambiando la forma en que entendemos y nos relacionamos con los microbios. Sin embargo, vos advertís que “los microbios son nuestros socios, no nuestros amigos”. ¿Fue difícil dosificar tu pasión por el tema con la objetividad periodística?

No. Antes que nada, y sobre todo, soy periodista. Mi instinto es ver todo desde una perspectiva crítica y escéptica, incluso las cosas que encuentro fascinantes, o mejor dicho, especialmente las cosas que encuentro fascinantes. También hay una mucha manija con esto del microbioma, y Yo contengo multitudes fue tanto un intento de explicar esa palabra como de precisar algunas cuestiones.

¿Podemos decir que algunas enfermedades humanas son consecuencia de sociedades que solíamos tener con algunos microbios y que hoy hemos roto?

Podemos decir que ciertas enfermedades humanas están acompañadas de cambios en el micriobioma y que, en algunos casos, esos cambios parecen hacer que los síntomas de esas enfermedades sean peores. Pero creo que el debate actual es determinar exactamente qué tanto influye el microbioma en la causa de las enfermedades, y si la diversidad de microbios es realmente un buen indicador de la salud de un microbioma.

Dado que la crisis de los antibióticos es una amenaza urgente, ¿pensás que esta nueva forma de ver los microbios será parte de la solución o que la crisis de los antibióticos significará un paso atrás en la percepción de los microbios como aliados?

Cuidado, nadie está diciendo que los microbios son aliados. Eso es tan absurdo como decir que todos son enemigos. Las enfermedades infecciosas son un problema real, como lo es la falta de antibióticos. Tal vez entender el microbioma nos ayude; el microbioma humano es una fuente inexplorada de potenciales nuevos antibióticos.

En el pasado escribías para la revista New Scientist, y en el libro contás que la revista te decepcionó al titular un artículo sobre la transferencia horizontal de genes como “Darwing estaba equivocado”. ¿Qué tan difícil es hacer buen periodismo científico?

El periodismo científico no es sencillo, ningún periodismo lo es. Tengo que escribir sobre temas sobre los que no sé nada, entrevistar gente que sabe muchísimo más que yo, tratar de discernir si lo que me dicen es fiable o no, y luego comunicar eso a gente que sabe aun menos que yo de una forma que lo entiendan, todo en unas cuatro horas, de tres a cinco veces por semana. Por lo tanto, sí, no es fácil, pero si lo fuera no sería divertido.

Si los medios cubren el tema de forma sensacionalista, la industria lo hace buscando ganancias. ¿Son un fraude los probióticos que se ofrecen en el supermercado?

Los probióticos no funcionan tan bien como la gente piensa que funcionan. Las bacterias en ellos no se quedan en el intestino demasiado tiempo y no están bien adaptadas para vivir en nuestro cuerpo.

Decís que las metáforas militares son erróneas para lidiar con los microbios y sugerís usar metáforas provenientes de la jardinería. La gente no tiene medios para librar una guerra, pero sí para cuidar sus jardines. ¿Podemos las personas comunes hacer algo para reparar los vínculos perdidos con algunos microbios?

Es difícil afirmarlo. Pero evitar el uso indiscriminado de productos antibacteriales, exponernos más a la vida al aire libre y a las mascotas, y comer muchas más fibra parecen incrementar la diversidad de microbios en nosotros.

En tu libro decís que los libros de animales que no mencionan a los microbios son como Lennon sin McCartney. ¿Sos un negacionista de la evolución musical de John Lennon?

Jaja.

Microdatos

10 a 1_ proporción errada y repetida por todos lados de células de bacterias por cada célula humana que tenemos

30_billones de células que tenemos los humanos según las últimas estimaciones

39_ billones de células de bacterias que tenemos los humanos según las últimas estimaciones

20.000 a 25.000_ genes que tienen nuestras células

500_ cantidad de veces que los microbios en nuestro interior superan a la cantidad de genes de nuestras células

1% a 3% _ porcentaje diario de los habitantes de países desarrollados que toman algún tipo de antibiótico

1.000.000_ cantidad promedio de microbios que un ser humano ingiere por cada gramo de alimento