El papa Francisco dio un discurso durante la celebración del vía crucis de Viernes Santo frente al Coliseo de Roma. El sumo pontífice le habló directamente a Jesucristo y dijo estar “avergonzado” por la actitud de muchos seres humanos, incluyendo sacerdotes, que se han dejado “engañar por la ambición y la vanagloria”, olvidando las enseñanzas del Mesías. Una fuente del Vaticano reconoció que “la exhortación del papa es una apuesta difícil, porque a Jesucristo no le fue nada bien. Sobre todo si se tiene en cuenta que la gente normal ni siquiera revive. Pero hay que apostar al amor”. Representantes de la Iglesia Católica también aprovecharon las celebraciones de la Semana Santa para referirse a los casos de abuso sexual ocurridos en las iglesias. Un cardenal aseguró ayer al periódico Corriere della Sera: “Durante los últimos años hemos visto cómo centenares de sacerdotes han sido acusados de abusar de niños y niñas, y la Iglesia se negó a refutar estas falsas acusaciones por miedo a perder popularidad. Pero llegó la hora de decir la verdad sobre esos niños. Ningún sacerdote los tocó, fue el Espíritu Santo”. El religioso recordó que en ese sentido “existen antecedentes”, y citó el caso de la Virgen María, que fue “concebida sin pecado”. “Es cierto, muchos de estos niños fueron manoseados en sus genitales, besados y hasta penetrados, pero no hubo pecado en ningún caso, solamente se trató de una pequeña desviación del Espíritu Santo, que seguramente en breve va a pedir disculpas”.
La Iglesia Católica dio una nueva versión sobre los abusos sexuales a menores: “ningún sacerdote los tocó, fue el Espíritu Santo”
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