Hace casi un año que el Poder Ejecutivo envió al Parlamento el proyecto de ley de reforma del Sistema de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas. La semana pasada, la Comisión de Asuntos Laborales y Seguridad Social de la Cámara de Senadores empezó a discutir el texto en general, y en ese ámbito se puso de manifiesto que la oposición no quiere votar el proyecto hasta que no se apruebe la nueva ley orgánica de las Fuerzas Armadas, que el Ministerio de Defensa Nacional aún no terminó de elaborar.

En cambio, el Frente Amplio está dispuesto a avanzar con el tratamiento de la iniciativa. “Lo que hay que dejar claro –por lo menos, en lo que respecta a nuestra bancada– es la aprobación de este proyecto de ley. En particular, estamos dispuestos a plantear alguna modificación que surja de la propia discusión del articulado”, señaló la senadora frenteamplista Ivonne Passada, según consta en la versión taquigráfica de la sesión del 5 de abril.

El sector blanco Alianza Nacional insiste en que el Parlamento debería aprobar el proyecto de reforma alternativo que presentó el año pasado su líder, el senador Jorge Larrañaga, y que también está a estudio de la comisión.

El senador del Partido Independiente (PI), Pablo Mieres, argumentó que la reforma de la Ley Orgánica Militar “no se ha completado y resulta muy difícil discutir un dibujo del servicio de retiros reformado sin previamente tener establecido cuál es la estructura a la que se pretende arribar”. “Este paso adelantado nos parece inadecuado, por lo que no vamos a acompañar la reforma”, anunció.

El senador nacionalista Carlos Camy coincidió con Mieres en que es necesario “saber cuáles son las Fuerzas Armadas que el país quiere antes de tratar el tema del Servicio de Retiros y Pensiones para modificarlo”.

Mieres también cuestionó que, a la hora de evaluar el déficit de la Caja Militar, no se incluya el aporte que hacen los retirados militares al pagar el Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social; según el legislador y líder del PI, ese aporte equivale a 10% del déficit calculado, que, por lo tanto, es menor.

A su turno, el senador frenteamplista Marcos Otheguy manifestó que si bien considera importante discutir una nueva ley orgánica militar, “el impacto que podría tener en la reforma del sistema previsional militar no es determinante”, porque no modificará la relación actual entre militares activos y pasivos. También recordó que el déficit proyectado de la Caja Militar para 2020 es de 700.000.000 dólares.

El senador socialista Yerú Pardiñas recordó que las veces en que se discutieron modificaciones a los regímenes de seguridad social nunca se pensó que fuera necesario “analizar el perfil de la actividad de los prestatarios”. “Por tanto, me parece que no hay impedimento alguno para que avancemos”, comentó.