A fines de abril o principios de mayo llegarán al país las 600.000 dosis de vacunas contra la gripe adquiridas a través del sistema de compras conjuntas gestionado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El envío se demoró más de lo deseado porque, en función de que en el hemisferio norte la aplicación de la vacuna no fue tan efectiva como se esperaba, se modificó su composición para atacar mejor a los serotipos virales que circulaban. Ese retraso es un motivo de preocupación para el Ministerio de Salud Pública (MSP), reconoció ayer su titular, Jorge Basso. Durante el invierno boreal, la gripe atacó fuertemente en Estados Unidos así como en Canadá, Reino Unido y España, provocando cientos de muertes. La vacuna protege contra las influenzas AH1N1, AH3N2 y B.

La vacunación contra la gripe es un punto clave del Plan Invierno que lanzó ayer el MSP. Al igual que en años anteriores, la población objetivo para recibir la vacuna son los niños de seis meses a cuatro años inclusive, las personas mayores de 65 años, las embarazadas, los trabajadores de la salud, personas con enfermedades crónicas y otros grupos expuestos al virus de la gripe por sus tareas (entre otros, docentes, trabajadores de avícolas y periodistas). La meta del MSP es lograr la mayor cobertura posible de vacunación; según los datos de esa secretaría de Estado, en 2017 se administraron 541.863 dosis, un número inferior al récord de 570.000 registrado en 2016, pero mayor que los del período 2011- 2015, cuando la cantidad de personas vacunadas estuvo en el entorno de 400.000.

En diálogo con la prensa, Basso recomendó ayer “no saturar las emergencias con casos que no estén justificados”, no sólo porque eso puede demorar la atención de personas con cuadros de urgencia, sino porque compartir esos espacios favorece el intercambio de patógenos. “No necesariamente todos los pacientes que se enfermen o tengan cuadros respiratorios tienen que ir a una puerta de emergencia; la mayor parte de esas patologías se pueden resolver a nivel ambulatorio”, subrayó.

Otras estrategias del Plan Invierno son fortalecer las puertas de emergencia, implementar el triaje (valoración preliminar para decidir las prioridades de atención) en todos los servicios de urgencia y emergencia, utilizar policlínicas auxiliares de las emergencias hospitalarias e incentivar la vacunación antineumococo en grupos de riesgo, como los adultos mayores. Las personas mayores de 65 años son las peores víctimas de la gripe: según datos del MSP, nueve de cada diez casos fatales ocurridos en 2017 se asociaron con enfermedades de base, en especial la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), cardiopatías, diabetes y obesidad. Por otra parte, nueve de cada diez adultos con cuadros graves no habían recibido la vacuna antigripal. Los casos graves en niños se han dado principalmente en menores de seis meses con antecedentes de prematurez o enfermedades de base.