La semana pasada las propuestas llegaban de a cuatro o cinco por día, pero la última semana empezaron a presentarse 100, y aun más, por día. Ese aumento de las propuestas, más las consultas que están haciendo los interesados por distintas vías, hicieron que la Intendencia de Montevideo resolviera prorrogar la fecha límite para la presentación de propuestas para el Presupuesto Participativo de este año: del 28 de mayo se aplazó al lunes 4 de junio.

Como en ciclos anteriores, la comuna destina 144 millones de pesos para el Presupuesto Participativo, 18 millones por municipio; el máximo por propuesta es de tres millones de pesos. Entre junio y setiembre todas las propuestas presentadas son estudiadas para determinar que sean viables y posibles técnicamente, y el 11 de noviembre se someterán a votación. La ejecución de las obras comenzará en 2019.

Una de las principales novedades de esta elección es que el voto será presencial y también digital. Según explicó Miguel Pereira, coordinador de la unidad de Participación y Planificación de la comuna, el intendente Daniel Martínez había propuesto a la Junta Departamental habilitar el voto electrónico para la elección del Presupuesto Participativo y también para la de los Concejos Vecinales, que tradicionalmente se hacen el mismo día, pero el Legislativo consideró que en este período “no era oportuno” incluir la innovación para los concejos.

La Intendencia, de todas formas, mantuvo el voto digital para la elección de obras: “El domingo la votación del Presupuesto Participativo va a ser sólo presencial en los más de 500 circuitos de la ciudad. Pero desde unos días antes y hasta el sábado se va a poder votar por internet. La persona va a tener que registrarse como usuario del Estado en AGESIC [Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento], y luego tiene que ir a ratificar ese registro en un local habilitado. Este sistema es el grado máximo de seguridad que se puede establecer”, explicó Pereira.

Otra de las novedades es que este ciclo se promocionó mediante dos vías: un equipo de trabajadores sociales que difunde la herramienta a nivel territorial, en las organizaciones sociales, y una mesa de diálogo virtual mediante el correo electrónico [email protected], en el que además de difundir las formas de participación los funcionarios reciben consultas para mejorar las propuestas a presentar.

Por último, otro cambio de esta elección será que los ganadores del ciclo 2016 no podrán presentar propuestas en su propio beneficio. Esto, explicó Pereira, es “para promover la alternancia de los intereses”, pero impide que una misma institución presente propuestas nuevamente. Puso como ejemplo que la plaza de deportes 6, de La Teja, ganó en 2016 con su propuesta para cambiar el piso del gimnasio, y ahora quería presentar una iniciativa para techarlo, lo que no puede hacer; sí puede, y es lo que finalmente va a presentar, un proyecto para reacondicionar el espacio público contiguo a la plaza, donde hay juegos, mesas y caminería, lo que será una obra en beneficio de los usuarios de la plaza y también de los vecinos.

Pueden presentar propuestas personas, organizaciones, grupos o instituciones y, más allá de que sean públicas o privadas, el proyecto debe contemplar el uso público e inclusivo de la obra. Por ejemplo, si se techa el gimnasio de un liceo, luego de realizada la obra, por convenio con el Consejo de Educación Secundaria, la comuna se asegura que organizaciones de la zona tengan acceso al gimnasio y gestionan que el espacio quede abierto aun cuando el liceo cierra. En caso de ser obras en instituciones privadas, en general las contraprestaciones incluyen que las instalaciones puedan ser utilizadas por escuelas o liceos de la zona, o que se otorguen becas a un número importante de personas del barrio.

Las últimas elecciones del Presupuesto Participativo fueron en 2013 y 2016. En el último ciclo se presentaron cerca de 1.000 propuestas, y de ellas 500 fueron habilitadas para la elección. Finalmente ganaron 52 proyectos. Según Pereira, 95% están ejecutados, en ejecución o en proceso de ejecución.