El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, presentó el lunes ante la opinión pública lo que calificó de “pruebas concluyentes” de que Irán violó el acuerdo nuclear suscrito con las principales potencias globales en 2015. Las pruebas en realidad eran documentos sobre actividades nucleares iraníes hechas entre 1999 y 2003. Una fuente de la diplomacia israelí aseguró: “Somos un país pequeño, con un presupuesto militar pequeño, que no se compara con el de Estados Unidos. Ellos pudieron fabricar pruebas para invadir Irak, pero nosotros no tenemos tantos recursos, por eso tenemos que recurrir a evidencias viejas y presentarlas como nuevas”. Varios gobiernos europeos reconocieron que Israel no presentó pruebas de que el acuerdo hubiera sido violado. En respuesta, Netanyahu dijo que tiene “evidencias 100% fiables” de que Teherán está desarrollando un arsenal nuclear. “Nuestros servicios de inteligencia descubrieron instalaciones nucleares que sólo pueden ser utilizadas con fines bélicos. Lo sabemos porque las comparamos con las nuestras y son exactamente iguales”. Netanyahu aclaró de todos modos que no puede mostrar esas evidencias “por cuestiones de seguridad nacional, y además, porque no es cierto que Israel tenga las armas atómicas que tiene”. El mandatario aseguró que esta situación paradójica “es producto del efecto de las ondas gravitacionales sobre Medio Oriente y de otros fenómenos descriptos por la física cuántica”.