La semana pasada la Fiscalía pidió el archivo de la denuncia contra el senador del Frente Amplio Leonardo de León por el uso de las tarjetas corporativas de Alcoholes del Uruguay (Alur). A poco de conocerse la noticia, el legislador dejó entrever la posibilidad de demandar por daño moral a su colega del Partido Independiente Pablo Mieres, quien lo había tildado de “carroñero de la política”. De León explicó que “cuando Mieres me dijo aquello pensé en demandarlo, pero después me pareció que tener tres reveses judiciales en poco tiempo no hubiera estado bueno, porque también está mi demanda por la foto trucada que la Justicia se niega a archivar. Pero con esto de que la acusación por lo de Alur milagrosamente se cayó, creo que perfectamente puedo permitirme perder algún otro juicio”. Durante la sesión de ayer de la Cámara de Senadores, el senador colorado Pedro Bordaberry criticó a De León por su amenaza a Mieres. El senador del Frente Amplio Rafael Michelini criticó a su vez a la oposición, y luego de finalizada su intervención, y sin advertir que su micrófono aún estaba abierto, dijo: “Que se vayan a la concha de la madre”. A última hora de ayer el senador pidió disculpas por sus palabras, y aclaró que no tenía intención de insultar a nadie. También reconoció que no es la primera vez que algo así le pasa. “La verdad es que estaba convencido de que todas las declaraciones que hice durante los últimos 20 años habían sido a micrófono cerrado. Ahora entiendo por qué tengo tan mala imagen”, declaró.