“Tenemos el desafío de optimizar los recursos”, expresó ayer Marcos Carámbula, presidente de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE). En otras palabras, la apuesta, en medio de la discusión presupuestal, será a gestionar mejor lo que hoy se tiene. El presupuesto no era el centro, pero se coló ayer en el acto en el que se anunció la integración plena del directorio de ASSE –con la vuelta de los directores sociales, Pablo Cabrera y Natalia Pereyra, en representación de los trabajadores y los usuarios, respectivamente– y en el que el directorio detalló lo hecho en sus primeros 90 días de gestión.

El subsecretario del Ministerio de Salud Pública (MSP), Jorge Quian, se manifestó en el mismo sentido: “Uruguay gasta una cantidad muy importante de dinero pero se puede gastar mejor, se debe gastar mejor”, dijo, y señaló que el MSP y ASSE están trabajando en la complementación de servicios. En ese sentido, Carámbula comentó que se buscará complementar servicios de urgencia, crear y fortalecer maternidades únicas, e implementar “un sistema de traslados integrados que abata costos y que le dé mayor celeridad al paciente que lo necesita”.

El miércoles 13, la Federación de Funcionarios de Salud Pública, el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) y la Federación Médica del Interior harán un paro nacional; reclaman mayor presupuesto y regularización de contratos. Consultado acerca de la presupuestación, Carámbula anunció que se trabajará en ese sentido, así como en una progresiva destercerización, que ya comenzó en algunos hospitales; al mismo tiempo, se trabajará en la categorización y en la creación del estatuto de los trabajadores.

En diálogo con la prensa, Cabrera destacó que faltan médicos para las puertas de emergencia del interior del país, y que se tiene que destinar personal para las obras que están siendo inauguradas, así como para implementar la nueva ley de salud mental. Por su parte, el presidente del SMU, Gustavo Grecco, criticó que “hasta hoy no tenemos un peso en esta Rendición de Cuentas para mitigar o para acortar la brecha salarial entre el subsector público y el privado, y para nosotros ese es un mensaje muy duro”.