Junto con Francis Ford Coppola y Martin Scorsese, Brian De Palma es uno de los grandes tótems del cine estadounidense de la década de 1970, que desde el comienzo mostró una certera influencia hitchcockiana y dirigió películas bisagras como Scarface (1983), Carlito’s Way (1993) o Blow Out (1981), su homenaje al Blow Up (1966), de Michelangelo Antonioni, protagonizado por John Travolta (sorprendido por este papel, Quentin Tarantino decidió invitarlo a trabajar en Pulp Fiction –1994– y hasta hoy incluye a Blow Out entre sus preferidas).

Seis años después de haber estrenado su último film, Pasión: un asesinato perfecto, De Palma vuelve al ruedo con tres proyectos: finalmente, estrenará Domino, su postergado thriller de suspenso protagonizado por Nikolaj Coster-Waldau (Jaime Lannister en Juego de tronos), un policía dispuesto a todo para encontrar al asesino de un ex compañero; adelantó que filmará una película inspirada en el caso de Harvey Weinstein, y si bien el personaje no se llamará así, “será una película de miedo con un agresor sexual y sucederá en la industria del cine”; y rodará en Montevideo la que sería su siguiente obra de suspenso, Dulce venganza. Según anunció a la agencia de noticias AFP hace un tiempo, la historia se inspira en dos asesinatos reales que sucedieron en Estados Unidos, y que se propone contar del mismo modo en que lo relatan los programas televisivos de crónica roja (“Estoy interesado en cómo cuentan la historia del crimen. Y por eso lo haré como se hace en televisión, basado en dos casos reales”, dijo).

En Uruguay, el director de Carrie (1976) y Los intocables de Eliot Ness (1987) contará con la producción de la uruguaya Oriental Features y la brasileña RT Features. Según adelantó Santiago López –productor ejecutivo de Oriental– a la diaria, el rodaje se hará entre noviembre de este año y febrero de 2019, se extenderá entre cuatro y diez semanas, y se filmará entre Montevideo y la costa esteña. Si bien participarán dos destacados actores internacionales –cuyos nombres aún no se difundieron–, algunos roles secundarios y extras estarán a cargo de actores uruguayos y de la región.

La película desembarca en Montevideo gracias al vínculo con Rodrigo Teixeira (RT Features), que ha producido películas internacionales como Llamame por tu nombre, que este año ganó el Oscar al mejor guion adaptado, y que antes ya había trabajado junto con Oriental en producciones como la serie de HBO El hipnotizador, basada en la novela gráfica del argentino Pablo de Santis; y Era el cielo (2016), la película del brasileño Marco Dutra que está disponible en Netflix, y que se basó en la novela homónima de otro argentino, en este caso el escritor y guionista Sergio Bizzio. La primera escena presenta al protagonista (Leonardo Sbaraglia), que al llegar a su casa descubre que dos hombres están violando a su esposa. De a poco, como si sospechara lo que se avecina, el marido se hunde en un submundo de cacería en un intento por dar con los culpables. Así, con impacto y revulsión comienza esta historia, guionada por Bizzio y su pareja, la cineasta Lucía Puenzo (XXY, Wakolda), y se presenta como una obra de venganza, obsesión y decadencia, que decide escupir sobre los buenos modales burgueses.