La leyenda en la pancarta central de la movilización que recorrió la calle Colonia, “Yo apoyo una ley de empleo para personas con discapacidad”, fue el fondo de incontables selfies. El paro general parcial del PIT-CNT tuvo nuevamente la consigna “Si a los trabajadores nos va bien, al pueblo le va bien”, y reclamó definiciones en los Consejos de Salarios y “que pague más el que tiene más”, además de rechazar las propuestas de flexibilización laboral.

Era la hora pactada para la concentración frente al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y los trabajadores ya ocupaban más de cinco cuadras. Al frente estaban las banderas del Sindicato Único de Trabajadores del Mar y Afines, de la Federación ANCAP, de la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios (FUECYS) y del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos, y algunos dirigentes sindicales, como Daniel Diverio, de la construcción, y Gabriel Molina, integrante del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT. En el recorrido de la marcha, a la altura de la plaza Matriz, el PIT-CNT colocó carteles en apoyo al referéndum contra la Ley de Riego e invitando a firmar en apoyo a la Ley Integral para Personas Trans.

Finalmente, la larga columna que a esa altura duplicaba la cantidad de trabajadores que partieron del MEF llegó frente a la Cámara Nacional de Comercio y Servicios. El lugar escogido no fue causal: ese sector no ha logrado aún acuerdos salariales y los empresarios proponen ajustes por debajo de la inflación.

La vicepresidenta del PIT-CNT, Soraya Larrosa, empezó su discurso cuestionando al comandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, y a los militares que ejecutaron la Marcha de Tres Árboles en la Expo Prado. “Hay algunos nostalgiosos que nos quieren asustar con pronunciamientos fuera de lugar”, que “nos quieren infundir miedo”, sostuvo la dirigenta. “Nosotros les decimos que no nos van a intimidar”, “se van a encontrar con este movimiento sindical unido”, afirmó.

El otro orador del acto, Fabio Riverón, presidente de FUECYS, también cuestionó a “algunos altos mandos” que “parece que volvieron a la vida activa”. “Volvió la añoranza de las épocas más oscuras”, comentó, y criticó a los partidos tradicionales que “les hacen guiñadas” a los militares.

Tanto Larrosa como Riverón se refirieron a lo que está sucediendo en Brasil y Argentina, donde “se ha barrido con todas las conquistas” logradas por los trabajadores y los gobiernos progresistas y donde “campean la desocupación y el hambre”. “Nos quedamos convertidos en una isla”, dijo Larrosa, en referencia a Uruguay, y añadió que aquí “hay muchísimos que se relamen los bigotes y se frotan las manos” porque quieren que “acá pase lo mismo”. La dirigenta afirmó que el Partido Nacional y el Partido Colorado son “representantes de las clases dominantes” y alertó que los dirigentes de esos partidos “dicen que los Consejos de Salarios no sirven, que deberíamos ir a negociaciones por empresa”. “Todo eso está en peligro”, “nos van a venir a sacar todo a todos”, advirtió.

Larrosa también cuestionó al gobierno. Si bien dijo que “escuchó” a los trabajadores, consideró que “ha priorizado tecnocráticamente no aumentar el déficit fiscal en función del grado inversor” y que con esto “se divorcia de la base social de los cambios”.

Finalmente, la vicepresidenta del PIT-CNT mencionó el asesinato de otra mujer a manos de su pareja, ocurrido en la madrugada del jueves. “Nosotros queremos que las compañeras vivan para luchar, para criar a sus hijos”, expresó.

El club de los llorones

Riverón empezó su discurso haciendo referencia a la falta de avances en los Consejos de Salarios en algunos sectores, como el de comercio y servicios. “Estamos colgados de la percha, esperando que se dignen a negociar con nosotros, y encima nos plantean la dicotomía entre salario y empleo”, cuestionó. Añadió que los empresarios quieren “vaciar o borrar la negociación colectiva, y para eso recurren a estrategias bastante burdas”, como retirarse de las negociaciones, en el caso de la patronal del sector rural. “Es más fácil seguir aplicando la ley del rebenque, el ‘acá mando yo, este es mi campo y estas son mis leyes’. Se terminó ese país”, manifestó.

El sindicalista dijo que los empresarios deberían “inaugurar el club de los llorones, porque es a lo único que se dedican en serio, además de a reprimir trabajadores”. Recordó que las cámaras empresariales uruguayas dedicaron “loas” a las reformas laborales implementadas en Argentina y en Brasil, y afirmó que desearían que esto se aplicara en Uruguay. “Vamos a seguir defendiendo la Ley de Negociación Colectiva a como dé lugar. Es nuestra ley y no la van a poder arrancar”, prometió.

Motivos de un llanto

El presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay, Gabriel Murara, fue consultado por Radio Montecarlo sobre las declaraciones de Riverón. “Lloramos por el empleo y las empresas que perdemos. Va a ser muy difícil recuperarlos”, aseguró. “Si ellos no lloran por los empleos que perdemos, estamos llorando por diferentes motivos”, agregó.