El presidente Tabaré Vázquez habló ayer públicamente en la Expo Prado sobre la sanción al comandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, tras sus dichos la semana pasada en el programa Todo pasa, de Océano FM, cuando criticó al ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, y cuestionó el proyecto de reforma de la Caja Militar. Vázquez dijo que si bien Manini actuó de “buena fe” y con “respeto a la lealtad institucional”, “se equivocó” y “cometió errores”. Sus apreciaciones, agregó, coliden con el artículo 77 de la Constitución (que prohíbe a los militares cualquier acto de carácter político salvo el voto) y el Reglamento Nacional de Servicios del Ejército, en el que se establece que no pueden intervenir “directa ni indirectamente en trámites administrativos”, ni opinar sobre proyectos de ley en discusión, y por esos motivos se dispuso aplicarle como sanción un arresto a rigor por 30 días. Recalcó, además, que Manini Ríos se apartó de lo reglamentado “no una vez, sino varias veces”.

La bancada de legisladores del Frente Amplio decidió respaldar la decisión tomada por el Poder Ejecutivo. En una declaración publicada el martes, los legisladores cuestionaron las críticas de algunos dirigentes de la oposición a la medida, y alegaron que todo el “sistema político debería coincidir y apoyar la reafirmación de la conducción civil y política de las Fuerzas Armadas”, así como el “cumplimiento de las normas vigentes”. El PIT-CNT también respaldó la sanción, y el dirigente sindical Gabriel Molina dijo a la diaria que “el gobierno, amparado en la Constitución, sancionó al comandante” por su “intromisión política en asuntos que no le corresponden”.

En cambio, varios líderes de la oposición criticaron la sanción impuesta por el Ejecutivo. El ex presidente colorado Julio María Sanguinetti dijo ayer a El País que si el gobierno no le tiene “confianza” al comandante en jefe, lo “puede remover”, pero opinó que la medida de arresto “a la máxima jerarquía del Ejército es simplemente un intento de humillación a las Fuerzas Armadas”. El intendente de Cerro Largo, Sergio Botana, expresó el martes en Twitter que el 18 de setiembre irá al aeropuerto a recibir a Manini Ríos (que regresará ese día de México, donde cumple actualmente una misión) “con la misma actitud” con que fue “al puerto el 16 de junio de 1984”, cuando Wilson Ferreira Aldunate volvió del exilio.

Pero no toda la oposición se alineó contra la sanción. La agrupación Los Jóvenes Blancos reafirmó ayer en un comunicado que “el mando superior de todas las Fuerzas Armadas” le corresponde, por disposición constitucional, al presidente de la República; señalaron que Manini Ríos violó las disposiciones del Reglamento General de Servicio del Ejército, y exhortaron “a políticos oficialistas y opositores a comprometerse con la defensa acérrima de la forma republicana de gobierno” y “el sometimiento del poder militar al poder civil que emana del soberano”. El comunicado termina con una frase de Ferreira Aldunate de 1972, que dice: “El aparato estatal está bajo nuestra responsabilidad porque nosotros somos responsables de lo que se hace si no adoptamos la debida conducta [...]. Porque se defiende al Estado y su gobierno, sea del partido que fuere, estamos dispuestos a proporcionarles todos los medios que legítimamente requiera para una defensa con eficacia”. En la misma línea, el líder y senador del Partido Independiente, Pablo Mieres, expresó ayer en Twitter: “El comandante Manini Ríos realizó declaraciones que no corresponden. Está bien que el gobierno lo haya sancionado. En estas cosas hay que tener criterios institucionales claros y firmes”.

Según supo la diaria, en la reunión del Consejo de Ministros en la que se decidió la sanción a Manini varios secretarios de Estado manejaron la posibilidad de destituirlo. Murro, por estar involucrado directamente, optó por no pronunciarse al respecto y limitarse a hablar en general sobre lo sucedido.