A través de una resolución firmada el 21 de enero, el Poder Ejecutivo incrementó su asistencia financiera para el pago de pasividades al Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas en el ejercicio de 2018.

Según se explica allí, una resolución anterior del Poder Ejecutivo, fechada el 9 de abril de 2018, había autorizado una asistencia financiera a la Caja Militar de 13.790 millones de pesos (unos 422 millones de dólares, en valores actuales), pero ese importe “no incluyó ajustes de pasividades y salarios públicos por no estar aún definidos” en ese entonces. Para paliar la situación, se habilitó al Ministerio de Economía y Finanzas a transferir a la caja unos 516 millones de pesos adicionales.

Por más que en octubre del año pasado se aprobó la reforma de la Caja Militar, el diputado frenteamplista Alfredo Asti explicó a la diaria que esta no tendrá efectos importantes hasta dentro de 20 años, cuando comiencen a retirarse los funcionarios militares comprendidos en la nueva normativa, que son aquellos con 15 años o menos de actividad y, en el caso de los subalternos, aquellos que tienen actualmente menos de cinco años en el ejercicio de sus funciones.

Según Asti, la asistencia adicional posiblemente se deba al ajuste que se realiza en enero de los salarios y jubilaciones de diciembre por la inflación, que no estaba previsto en el importe inicial, porque aún no estaba definido.

“Si se hubiera votado el impuesto a las altas jubilaciones militares ya estaría en vigencia y hubiera permitido ahorrar 50 millones de dólares y reducir el déficit”, agregó Asti, explicando que con ese tributo hubiera sido innecesario la nueva asistencia financiera.

En setiembre del año pasado, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, sostuvo que la asistencia a la Caja Militar se multiplicó por diez en los últimos 15 años. Según había dicho el jerarca, se proyecta que para 2020 el déficit de la caja se aproxime a los 700 millones. El dato de 2018, aun con el adicional de la resolución del 21 de enero, es menor al de 2017. En ese año, la asistencia del Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas alcanzó los 550 millones de dólares, lo que se estimó en ese momento en 1% del Producto Interno Bruto, según había asegurado el subsecretario del Ministerio de Economía y Finanzas, Pablo Ferreri.