El directorio del Partido Nacional emitió ayer un comunicado en el que desconoce la legitimidad de un nuevo mandato de Nicolás Maduro en Venezuela, que asumirá el 10 de enero y ejercerá hasta 2025. El diputado nacionalista Pablo Abdala, quien trabajó en la elaboración del texto, señaló a la diaria que la declaración de la máxima autoridad de los nacionalistas es “coherente con lo que ha sido el temperamento del Partido Nacional [PN] frente a todo el proceso venezolano” y, además, “la única actitud que corresponde”.

El comunicado establece que el gobierno de Venezuela y quien detenta la presidencia del país “carecen de toda legitimidad”, porque su origen se encuentra en elecciones que “no resultaron libres ni democráticas, sino un auténtico fraude, porque fueron manipuladas por el régimen, se llevaron a cabo en la más absoluta ausencia de garantías y se cumplieron con partidos prohibidos y candidatos presos”. Abdala agregó que incluso la fecha de las elecciones se definió a conveniencia de Maduro y “sus cómplices”.

“En Venezuela no hay democracia. En esto no hay término medio: hay democracia o no la hay. La democracia tutelada de la que alguna vez nos habló el canciller de la República [Rodolfo Nin Novoa] no existe, o la democracia autoritaria, como dijo él [en diciembre de 2016]. En Venezuela hay una clara violación sistemática de los derechos humanos, no hay garantías individuales y no hay libertad política. Por lo tanto, la única actitud que corresponde, a nuestro juicio, es la de la condena y el desconocimiento de este gobierno, que ahora supuestamente inicia un nuevo período”, enfatizó el diputado.

En el tercer punto de los cuatro que conforman la declaración, se indica que “corresponde desconocer a quienes arbitrariamente ocupan el poder en la República de Venezuela, reconocer a la Asamblea Nacional como la verdadera depositaria de la soberanía popular, y exigirle al señor Maduro la urgente democratización del país y el restablecimiento de la libertad política”.

“Resulta lamentable el silencio del gobierno del Uruguay, que lesiona la tradición y el prestigio del país en la materia, por intereses ajenos al auténtico interés nacional”, concluye la declaración. Sobre este punto, Abdala sostuvo que “en estos casos el silencio también tiene valor” y, por eso, “la enorme mayoría de los países latinoamericanos han sido categóricos en ese sentido”. “Esto es en blanco y negro. No hay dos interpretaciones posibles”, sostuvo. Además manifestó que el gobierno uruguayo está actuando por “afinidad ideológica” o “proximidad a Maduro”.

El diputado nacionalista opinó que las acciones y decisiones del Poder Ejecutivo afectan a Uruguay en “un doble sentido”: “Por un lado, perjudican la imagen muy bien ganada de Uruguay, a lo largo de los años y de sus sucesivos gobiernos, de actuar con objetividad, de promover la democracia a nivel internacional y regional, y de señalar los apartamentos democráticos allí donde acontecen. Por otro lado, creo que el gobierno, con sus silencios, se aleja de la comunidad internacional, y eso puede conducir a cierto aislamiento del Uruguay en relación con un tema que para la región es muy importante”.

Visiones opuestas

El secretario general del Partido Comunista del Uruguay, Juan Castillo, sostuvo que el PN se adjudicó un “papel demasiado elevado” al ponerse “por encima de las decisiones de otro pueblo”. “No es un tema de gustos, si nos gusta más o menos el gobierno que eligieron los venezolanos. Contrariamente a ellos, nosotros seguimos con nuestra concepción de respeto legítimo a la soberanía de cada país y al principio de autodeterminación de los pueblos. Esa es la postura de los comunistas históricamente”, añadió.

Castillo apoyó las decisiones que ha tomado el gobierno uruguayo. Uruguay no se unió a la declaración del Grupo de Lima firmada el 4 de enero por 13 países, en la que se desconoce la legitimidad del gobierno venezolano, se insta a Maduro a no asumir la presidencia y se ratifica su apoyo a la Asamblea Nacional. En cambio, el Poder Ejecutivo continúa apostando por el “diálogo”. De hecho, Uruguay y Bolivia serán los únicos países de la región que acudirán a la asunción de Maduro.

Alonso reclamará explicaciones al gobierno

La senadora y precandidata nacionalista Verónica Alonso (Esperanza Nacional, EN) reclamará al gobierno uruguayo “firmeza” con el “gobierno chavista” tras la decisión de enviar un representante uruguayo a la ceremonia de asunción de Maduro, según un comunicado que publicó ayer su sector. También pedirá explicaciones al canciller Nin Novoa. “Uruguay no puede ser cómplice y avalar un gobierno que reprime un día y otro también a su pueblo. No podemos considerar democrático a un gobierno que tiene presos políticos, proscribe partidos, vacía de poder y no respeta al Poder Legislativo electo por el pueblo venezolano. Es increíble. Eso no es democracia”, sostuvo, según el comunicado.