Sobre las 13.40 de ayer, el 911 recibió una llamada que informaba sobre una toma de rehenes en la peluquería Amor Mío, ubicada en las calles Soca y Gestido, en Pocitos. Un hombre, identificado como Gastón Machado, ingresó armado a la peluquería en la que trabaja su ex pareja y la amenazó a ella y a todas las personas que estaban en el lugar. Una mujer que pudo escapar en el momento en que Machado ingresó fue quien llamó al 911. En total fueron 14 rehenes: seis trabajadoras, siete clientas y la dueña del local.

Una vez recibida la alerta, se dio cuenta a la Policía y a la Guardia Republicana y se activó el protocolo de crisis. Se montó un operativo que incluyó varias manzanas del barrio, así como una coordinación permanente con Bomberos, la Fiscalía General de la Nación y el Servicio de Atención Médica de Emergencia de la Administración de los Servicios de Salud del Estado.

El director de la Guardia Republicana, Alfredo Clavijo, explicó en una conferencia de prensa brindada ayer por la tarde, luego de que la situación se resolviera, que cuando arribaron al lugar se despejó la zona y se desplegó el trabajo de negociación con especialistas de la fuerza que dirige.

Hubo tres disparos intimidatorios ante la llegada del primer móvil policial. Si bien se dijo que las primeras dos rehenes que lograron salir lo hicieron porque se habían escapado, Clavijo explicó que fueron parte de la negociación, que es de carácter reservado y está bajo la órbita de la Fiscalía, ya que forma parte de la investigación.

Clavijo detalló que la negociación duró cuatro horas y, dada su efectividad, no fue necesario pasar a otra etapa. Realizar una “intervención táctica”, caracterizada por el uso de la fuerza, fue una decisión explícita, dado el riesgo de vida de los rehenes que se encontraban en el lugar.

Tras la negociación, todas las personas fueron liberadas y Machado se entregó; ya está a disposición de la Justicia. La Policía incautó dos armas que el agresor le dio a la dueña de la peluquería antes de entregarse. Una vez que Machado se entregó, la dueña salió con ellas en la mano. Según informaron en conferencia de prensa, el agresor no tiene denuncias por violencia doméstica ni antecedentes penales. Se espera que en las próximas horas le tomen declaración y que el caso se formalice en la Fiscalía. Algunos medios dijeron que el agresor estaba bajo tratamiento psiquiátrico, información que la Policía también mantiene en reserva.

En la tarde circuló en las redes sociales información falsa sobre el caso. Se dijo que la familia de la mujer había secuestrado a un hermano del agresor, lo que fue desmentido. De hecho, la familia de Machado permaneció en el lugar durante varias horas esperando novedades del operativo. Incluso se dijo que la madre ingresó a la peluquería y que formó parte de la negociación, datos también descartados por las autoridades.

Dos horas antes de tomar el lugar, el agresor publicó una foto en su Instagram con su madre y una niña con la leyenda “seré su ángel y siempre las voy a cuidar”. Luego, durante la toma de rehenes, publicó un video en Facebook en el que se lo ve amenazando con un arma a las personas que estaban en el lugar y agrediendo verbalmente a su ex pareja.

La cobertura televisiva del operativo generó polémica. En la tarde, Ricardo Pérez, el jefe de Policía de Montevideo, solicitó a los canales que dejaran de transmitir el minuto a minuto, ya que podrían comprometer la negociación porque el agresor podía estar mirando la televisión. El pedido fue ignorado por algunas cámaras que estaban en el lugar. En redes sociales se repudió esta situación, por poner en riesgo la vida de quienes estaban dentro de la peluquería.

En la conferencia de prensa, tanto Clavijo como Pérez, explicaron que parte del proceso de negociación y de las garantías se comprometen si el agresor accede a información sobre lo que está sucediendo afuera. “Les pedimos que nos dejaran trabajar porque estaban comprometiendo la negociación”, dijo el director de la Republicana.