El Colegio de Contadores, Economistas y Administradores del Uruguay organizó una charla sobre la agenda económica del próximo gobierno, con referentes de esa área de los partidos políticos con representación en el Senado. Carmen Sánchez, del Partido Nacional (PN), fue la encargada de abrir el evento. Dijo que es posible mejorar la situación económica de Uruguay, que “ha dejado de crecer en los últimos años”. Para eso, “es necesario un cambio en la conducción del gobierno”, ya que el Frente Amplio (FA) “ha demostrado incapacidad para resolver los problemas”. Nos comprometemos a trabajar por un país más competitivo y más dinámico, donde pongamos fin a un manejo irresponsable de las cuentas públicas, sin renunciar a mejorar las condiciones de vida de las personas. Para eso necesitamos tener gobernantes responsables y austeros que terminen con el despilfarro de estos últimos años. Un Estado eficiente que deje de gastar dinero en programas que nadie evalúa y en acciones que son totalmente superpuestas unas con otras”, subrayó.

Sánchez señaló que se necesita mejorar el déficit fiscal, y para eso el PN tiene medidas concretas, como la creación de una regla fiscal, “que no es otra cosa que lo mismo que hacemos las familias: cuidar el presupuesto”. Destacó que no proponen aumentar la carga impositiva, y que incluso “en el mediano plazo es posible disminuir algunos impuestos”. Además, dijo que, “lamentablemente”, en las bases programáticas de FA “nos hablan de aumentos y de revisar el Impuesto al Patrimonio de las Personas Físicas”.

Por su parte, Álvaro Forteza, del Partido Independiente, señaló que “uno de los grandes ejes” de su propuesta es “la reforma del Estado”, que “quedó pendiente”. Resaltó que eso es una paradoja dado que el FA estuvo 15 años, y es un partido de izquierda, por lo tanto, “entiende que el Estado tiene que jugar un rol central”. “Nosotros lo compartimos, pero tiene que ser efectivo. El Estado uruguayo tiene un nivel de efectividad intermedio. Estamos muy lejos de los lugares donde podríamos estar y de donde deberíamos estar, dado el nivel de presión tributaria que tenemos”, indicó. Agregó que los servicios del Estado “no están adecuados al nivel de impuestos que estamos pagando”. “Uno paga impuestos para educación pero manda a los hijos a la educación privada, paga impuestos para salud pero paga salud privada, paga impuestos para seguridad pero paga servicios de seguridad privados. El problema es que lo pagamos dos veces”, subrayó. Por eso, dijo que “necesitamos ofrecer más con los mismos recursos”. “No estamos hablando de achicar el Estado sino de una mayor eficiencia”, finalizó.

Rafael Xavier, del Partido Colorado, destacó que “la cultura de la evaluación de las cosas que hace el Estado” es un concepto “transversal” en su programa de gobierno, que impone la idea de que “no es suficiente” hablar de que se asignaron recursos a ciertas áreas, por ejemplo, “triplicando el gasto por alumno en la educación”, si eso no fue acompañado “ de un proceso de mejora de los resultados educativos”. “Proponemos que cada cosa que haga el Estado tenga una meta, indicadores asociados y recursos claros -financieros, materiales y humanos- que sean necesarios para cumplir esas metas. Y debe tener una un evaluación posterior que la va a hacer un organismo distinto al que ejecute el programa, para evitar obvios problemas de interés”, indicó.

El encargado de cerrar la charla fue Martín Vallcorba, coordinador del Programa de Inclusión Financiera del Ministerio de Economía y Finanzas, en representación del FA. Dijo que es “inaceptable” escuchar que el partido de gobierno “ha sido incapaz de resolver los problemas que tenía el país”, porque “hay que recordar la situación en la que estaba Uruguay en 2004, producto de una crisis brutal”. Subrayó que en la década del 90 el Producto Interno Bruto creció pero también “la desigualdad”, y que la “caída abrupta de la actividad económica” durante la crisis de 2002 fue producto de “políticas económicas que se tomaron durante los años previos”. Destacó que la pobreza bajó de 33% a 8% durante los gobiernos del FA y subrayó que “los ánimos electorales no nos pueden exacerbar las opiniones y decir que se hizo todo mal”. “Eso no ayuda a una reflexión razonable sobre los desafíos que tiene Uruguay. Tenemos un montón de problemas y de desafíos pero hemos mejorado muchísimo, sobre todo en términos de calidad de vida de las personas, que es el objetivo último que tiene que tener la política económica”, subrayó.

Además, dijo que “sin duda” hubo un “aumento del gasto público”, pero hay que reconocer que ha sido, fundamentalmente, “gasto público social”, sobre todo en salud, educación y protección y seguridad social, que representa “más del 75% del gasto público total”. Por último, dijo que para el próximo gobierno el FA plantea la “continuidad de los lineamientos estratégicos que ha aplicado en estos últimos 15 años, que es la garantía para la estabilidad y crecimiento de nuestro país, para evitar situaciones como las que observamos en la región”.