Fueron miles de pasos multipartidarios contra el “miedo”; miles de pasos intergeneracionales contra la “violencia”; miles de pasos diversos contra “la militarización”. Fueron miles de pasos para gritar: “¡No a la reforma!”. A las 18.00, una multitud se concentró en la explanada de la Universidad de la República (Udelar) para marchar contra la reforma constitucional Vivir Sin Miedo que promueve el senador del Partido Nacional (PN) Jorge Larrañaga. Bajo la consigna “¡Marchemos: que el miedo no te coma!”, miles caminaron por la avenida 18 de Julio con sus pañuelos rosados, caras pintadas, banderas de Chile, de Cataluña y partidos políticos.
“No vemos por qué esta herramienta debe ser utilizada en Uruguay, en medio de un período de tanta estabilidad democrática que tiene el país”, sostuvo a la diaria Ignacio Villar, uno de los voceros de la articulación nacional No a la Reforma. El vocero consideró que la presentación de la reforma Vivir Sin Miedo “despertó una reacción del pueblo uruguayo de que la solución a los problemas de seguridad tienen que ir por un camino distinto a aumentar la represión, más castigo y penas”. “Ninguno de los candidatos a la presidencia está a favor, y eso muestra un obstáculo operativo y de ejecución que va a tener esta reforma para aplicarse”, pero la que decide es la ciudadanía, expresó Villar.
Mientras la multitud se preparaba para marchar, Cifra presentó su última encuesta de intención de voto para la reforma. De acuerdo a la encuestadora, la reforma tiene una intención de voto de 53%, tres puntos porcentuales menos que el mes pasado, cuando llegaba a 56%. De todas formas, el resultado continúa favorable. Para que el plebiscito sea aprobado necesita más de 50% de los votos. “Las encuestas son una impresión de la realidad. No son algo definitivo”, planteó Villar. Y aunque las encuestas desde el comienzo han dibujado resultados adversos a sus objetivos, “eso nos ha impulsado a salir a informar a la gente”, explicó el vocero, y destacó que en los últimos sondeos el porcentaje de la gente en contra del plebiscito ha crecido “muchísimo” y ha caído el porcentaje de gente a favor. “Apelamos a salir a la calle en estos días, a tratar de convencer. A pesar de que algunos partidos decían que no ensobraban y lo están haciendo, y la complejidad que eso significa, somos optimistas”.
Los pasos a seguir luego de la elección del domingo no están totalmente definidos, pero “en caso de no salir nos tenemos que juntar a discutir en primer lugar cuál es la plataforma de aquí en más”, dijo Villar. Independientemente del resultado del domingo, el vocero aseguró que el trabajo de la articulación no se termina allí, porque “muchas propuestas de partidos van en esta misma línea de aumentar el punitivismo, los castigos y penas”. “Somos vigilantes de lo que se va a hacer con el tema de la seguridad”, añadió. El domingo los integrantes de la coalición se reunirán a partir de las 18.00 en el local de la Asociación de Docentes de la Udelar a recibir los resultados del plebiscito.
Entre la multitud estaba presente el sociólogo Gustavo Leal, quien sería el ministro del Interior en un eventual gobierno del FA. Leal dijo a la diaria que concurrió a la movilización porque “cuando hay una decisión que tiene que tomar la ciudadanía hay que hablar claro”. Planteó que “es importante” que los ciudadanos tengan “como punto de partida” que el plebiscito no cuenta con el apoyo de ningún candidato a la presidencia de la República: “La viabilidad política de esta propuesta está discutida por todos los candidatos”, señaló. Sobre la columna que publicó el lunes Larrañaga, titulada “Patoteros al poder”, Leal comentó que el senador “se tiene que hacer responsable de sus palabras. Tiene que medir sus palabras y ser coherente después”. “Larrañaga quiere tirar la piola para que haya más confrontación en la discusión pública. No tiene nada que ver lo que está diciendo”, agregó. Leal manifestó que en el caso de que se apruebe la reforma y el FA llegue al gobierno, esta se aplicará porque “cuando el pueblo decide es sagrado” y “hay que acatar lo que la gente decide”.
También estuvo presente la fórmula del Frente Amplio (FA), Daniel Martínez y Graciela Villar. Martínez destacó a la prensa la gran presencia de jóvenes: “Me llena de orgullo. Cuando hay causas justas como las marchas del 8 de marzo, los 20 de mayo y la Marcha por la Diversidad, los jóvenes siempre están”, dijo. “Ojalá que el respaldo a la reforma no se dé y que sigamos con un régimen donde encontremos los caminos de seguridad tanto en prevención como en represión, pero también la solución a los problemas sociales que están en el fondo”, añadió. El candidato también habló sobre la situación en Chile y dijo que “no sabe” si de aprobarse la reforma en Uruguay ocurriría lo mismo. “En Chile el gran problema de fondo ha sido la no distribución de la riqueza, un país que creció pero no repartió. Me entristece”, sostuvo Martínez y añadió: “Cuando un pueblo se levanta hay que escucharlo para encontrar la solución a los problemas”. Sobre el planteo del presidente chileno de que el país “está en guerra”, Martínez señaló: “No puedo coincidir nunca”.
La marea de al menos cuatro cuadras comenzó a moverse a las 19.00, y sobre las 20.00 llegó a la plaza Libertad, donde cuatro voceros de la articulación leyeron una proclama. “Con fines electorales, un sector pretendió aprovecharse del miedo y el deseo de vivir seguros de la gente, para seguir una receta conocida, fracasada y que sólo va provocar el aumento de la violencia en nuestra sociedad. Pero los uruguayos y uruguayas nos juntamos para decir bien fuerte: no a la reforma”, leyeron al inicio, y le gritaron a Larrañaga: “Somos un montón, Jorge, ¡que no te quepa duda!”.
Desde la articulación reivindicaron que la mejora de la seguridad “no pasa por la militarización ni por seguir endureciendo las penas” y que es necesario “enfrentar el problema de forma integral”. Criticaron la propuesta de los allanamientos nocturnos, que calificaron de “ineficiente y peligrosa”, que “no le va a tocar un pelo al narcotráfico” y sólo aumentará el número de personas presas. En ese sentido, plantearon que la situación actual de la mayoría de los centros penitenciarios es un “desastre” y “no podemos esperar que nadie se rehabilite y salga de los circuitos de criminalidad y violencia en estas condiciones”. “Exigimos el respeto de los derechos humanos en las cárceles”, enfatizaron.
“Miremos a nuestros vecinos: la mayoría de los países de Latinoamérica han militarizado su seguridad y la violencia no ha dejado de crecer. En Brasil, en México, en Colombia o en Venezuela pasa esto”, señalaron, e hicieron especial hincapié en la situación en Chile, “país modelo en seguridad para quienes promueven esta reforma”. “En Chile hay un presidente que se declaró en guerra con su pueblo, decretó estado de emergencia, sacó a las Fuerzas Armadas a la calle y hay toque de queda por primera vez desde la dictadura”, apuntaron, y añadieron: “Que esto nos sirva para recordar los efectos de poner a militares a cargo de la seguridad interna. Un pueblo sin memoria está condenado a repetir su historia”. “Que en todo el país se escuche: el miedo no es la forma”, concluyeron.
Pañuelos en el liceo
La Comisión Organizadora del No a la Reforma de Empalme Olmos divulgó ayer un comunicado en el que cuenta que el 17 de octubre la dirección del liceo de esa localidad “solicitó a algunos estudiantes que retiraran de sus mochilas los pañuelos con la consigna ‘No a la reforma’”, argumentando que “se estaba ‘violando la laicidad’ y ‘no se podía hacer ninguna manifestación de índole política’. Si bien el mensaje fue expresado en buenos términos, creemos que es necesario manifestar nuestro desacuerdo”, agrega el comunicado. La comisión considera que “el simple hecho de utilizar un pañuelo no responde a un acto proselitista, sino que es una manifestación frente a una posible reforma constitucional. Utilizar el pañuelo es tomar una postura de manera personal y/o colectiva sobre un tema”, pero al usarlo, señalan, “no se está persuadiendo posibles adeptos o realizando una campaña violatoria de la laicidad”. Además de citar el artículo 17 de la Ley General de Educación, que consagra el principio de laicidad en la educación pública, el comunicado señala que la laicidad “no es la ausencia de opiniones; la institución no puede evitar que las personas que concurren a ellas sí tengan opiniones al respecto de los temas de la sociedad y deseen expresarlo por medio de la utilización de este tipo de pañuelos”. Según contaron integrantes de la comisión, ayer muchos de los estudiantes del liceo de Empalme Olmos fueron a estudiar con pañuelos rosados sin la consigna.