Hace algunos años la senadora Verónica Alonso aparecía como una figura en ascenso dentro del Partido Nacional, pero luego de una seguidilla de polémicas, su suerte empezó a cambiar y en las elecciones pasadas no logró renovar su banca ni entrar en la cámara alta. “Quedó claro que el Señor no me quería en el Parlamento. Ahora estoy intrigadísima por saber a dónde me va a mandar”, declaró la legisladora. Alonso reconoció que no haber conseguido una banca fue un golpe “duro”, aunque también consideró que de alguna manera “estoy más cerca de saber qué espera el Señor de mí”. “Antes podía ser prácticamente cualquier cosa, pero ahora por lo menos sé que el Parlamento no es. Y quién sabe, a lo mejor por descarte termine descubriendo esta interrogante que me desvela”, explicó.

La dirigente nacionalista dijo de todos modos estar convencida de que su labor estará relacionada con la lucha contra la “ideología de género”. “No sé desde dónde va a ser, si como panelista de Esta boca es mía, como tuitera u alguna otra cosa, pero sé que la cosa va a ir por ahí”.

Finalmente, confesó que si bien no le guarda “rencor” al todopoderoso, sí se sintió un “poco celosa” cuando se dio cuenta de que la deidad eligió a “un gordo pelado y con problemas de estabilidad mental” [en referencia al diputado electo por Cabildo Abierto Guillermo Domenech] antes que a ella para luchar contra “las feminazis machonas y abortistas”.