El 22 de enero se llevarán a cabo las nuevas elecciones presidenciales en Bolivia, según anunció la senadora opositora Jeanine Añez, quien ocupará interinamente la presidencia del país andino tras la renuncia de Evo Morales. Varias figuras políticas con ambiciones de presentarse como candidatos en la consulta ya comenzaron a lanzar promesas de campaña. “Si yo llego a la presidencia me comprometo a darles un alma a esos pobres indígenas a los que el gobierno del dictador Morales mantuvo alejados de Jesucristo”, declaró Luis Fernando Camacho, el líder opositor que comandó el golpe de Estado del domingo. Camacho, un fundamentalista cristiano, relató que en la noche del lunes se comunicó directamente con “nuestro señor” y este le aseguró que cuenta con la cantidad suficiente de almas para abastecer a todos los indígenas de Bolivia, que representan más de 60% de la población total del país.
El líder golpista aclaró de todos modos que los indígenas no estarán obligados a aceptar el alma que se les proveerá. “Aquellos indios que se nieguen a recibir este regalo divino y en lugar de eso prefieran resistir los tormentos a los que serán sometidos por parte de funcionarios gubernamentales y representantes de la iglesia católica, con el objetivo de que reflexionen, tendrán la más absoluta libertad para hacerlo, como debe ocurrir en cualquier régimen democrático”, declaró Camacho.