El viernes a las 20.00 comienza una nueva edición del ciclo Cine en el Botánico, que desde 2014 instaló el Departamento Municipal de Cultura con la idea de valorar la diversidad de la producción audiovisual nacional. Por eso se exhibirán –con entrada libre– dos estrenos recientes de ficción y dos documentales, que serán presentados por sus directores o por el equipo de realización.

El viernes la apertura estará a cargo de Los tiburones, la ópera prima de Lucía Garibaldi que, como se anunció en varias ocasiones, fue la primera ficción uruguaya en estrenarse en Sundance, el festival más importante del cine independiente. Mientras algunos seguían celebrando el salto, Los tiburones siguió rompiendo récords: ganó el premio Cine en Construcción del Festival Internacional de San Sebastián, en Sundance se quedó con el consagratorio premio a mejor dirección, en el festival de Guadalajara obtuvo tres galardones (mejor actriz debutante, mejor guion y premio especial del jurado), ganó el gran premio del Festival de Toulouse, y en el emblemático BAFICI (Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente) se impuso en la Competencia Oficial Internacional, entre varias distinciones más.

En su debut apostó por explorar el complejo universo adolescente entre sus aristas movedizas y sus enredos: la historia se ambienta en un pequeño balneario antes de que despunte la temporada, y el rumor sobre la llegada de tiburones comienza a difundir un temor extraño. Rosina (Romina Bentancur) es una adolescente que cree haber visto algo en el mar, pero pocos le prestan atención. Cuando conoce a Joselo (Federico Morosini, vocalista de Julen y la Gente Sola, al que muchos conocen por el videoclip “Jordan”, de Eté & Los Problems), comienza a vivir una nueva experiencia, pero sin grandes intensidades emocionales ni actuaciones que se propongan expresarlo todo.

En una entrevista con la diaria, Garibaldi decía que ensayaron mucho, que había dibujado cada cuadro y que no improvisó en nada. “En los ensayos sí nos soltábamos, pero igual los repetimos bastante. Todo está muy guionado. Una vez, un profesor me dijo: ‘Si las personas disimulan, los personajes también’. Eso me encantó, y Rosina siempre está contenida, disimulando lo que le pasa. Es que la vida es así: uno no va por el mundo expresando todo lo que le sucede. Sobre todo en esa etapa, en la que sos más un observador. Ella es la que desea, y los otros son los objetos”. Y el quiebre del secuestro, incluso, habilita una nueva dimensión: “Así ella puede manipular su felicidad. Y me encanta que sea una manipuladora perfecta”.

Al día siguiente se proyectará El campeón del mundo, conmovedor documental sobre el bicampeón mundial de físicoculturismo y pianista autodidacta Antonio Osta, al que muchos conocimos en 2015, cuando interpretó a Sebastián, el artista que creía en el trabajo duro, el esfuerzo y la pasión que coprotagonizó Clever, de Federico Borgia y Guillermo Madeiro. Dos años después de este personaje inigualable, empecinado en gambetear la mediocridad, Osta falleció, con 43 años, mientras participaba en unas jornadas de físicoculturismo en México. Ahora, en El campeón del mundo, lo seguimos durante sus últimos tiempos, conocemos los intercambios con su hijo adolescente, nos acercamos a sus intentos por mantenerse vigente y a su pelea por la supervivencia diaria. “Era un personaje con muchas capas e historias, y también creo que fue un diferencial cuando vimos dónde vivía, con quién vivía”, decía Borgia hace poco más de un mes, y agregaba, “Para mí, más allá del físicoculturismo, siempre tuvo un impulso creador. Le gustaba el juego de proponer; disfrutaba mucho cuando proponía, y esa idea era abrazada e incluida”.

El futuro

El ciclo continúa el viernes 6 con Amigo lindo del alma, el documental sobre Eduardo Mateo dirigido por Daniel Charlone. “Desde el punto de vista armónico necesito un par de reencarnaciones más para arribar a donde llegó Mateo”, admite Jaime Roos, en un primerísimo plano. Junto a él, figuras como Fernando Cabrera, Jaime Roos, Ruben Rada, Estela Magnone, Mariana Ingold, Diane Denoir, Hugo Fattoruso, Alberto Mandrake Wolf y Martín Buscaglia vuelven sobre el auténtico ícono y legado de Mateo a partir de un relato coral, mientras interpretan grandes versiones de himnos inmortales como “Y hoy te vi” (La Triple Nelson), “Lo dedo negro” (Cabrera), “Quién te viera” (Litto Nebbia), “La Chola” (Urbano Moraes, Gustavo Montemurro, Nicolás y Martín Ibarburu, Lucía Gatti, Martín Pugín) y “Nene” (Mateo x 6). Entre las evocaciones, en su momento destacamos una anécdota exquisita que recuerda Magnone: en un momento en que Mateo no tenía guitarra, “le fue a pedir a un amigo la suya, que le prestó la mejor. A los días, cuando se lo encontró en la feria, le preguntó por ella. Y Mateo le respondió: ‘No sabés lo que me pasó. Salía de casa con la guitarra y paró un plato volador que me dijo ‘o la guitarra o vos’, y yo, como me tenía que ir a lo de mi hermana, le terminé dando la guitarra’”.

El cierre será el sábado 7 con la cromática Así habló el cambista, el nuevo film de Federico Veiroj, protagonizado por Daniel Hendler y Dolores Fonzi, sobre el ascenso –y el declive– de un personaje del mundo financiero, que cumple, sobrado, con las necesarias ansias de ambición y oportunismo. “Lo que más me interesaba era la visión del mundo del tipo, la intimidad que se logra en el libro [la película se basó en la novela homónima de Juan E Gruber, de 1979], no sólo hablando de él y de su vida, sino también del país y lo que lo rodea; su trabajo y sus compañeros”, explicó Veiroj sobre este film enmarcado en el Uruguay de la década de 1970. Planteó que en esta historia la relación de pareja siempre está marcada por un misterio. “Nunca quisimos dar todas las claves para entender al personaje de Gudrun [la pareja de Humberto, el cambista]. Ni siquiera todas sus caras: es un tipo que nunca sabés de lo que es capaz. Esto me parecía muy importante en una película en la que vas acompañando el andamiaje del tipo, que te dice que te va a explicar cómo se convirtió en lo que se convirtió”.