Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Ayer se manejaba que estaba definido quiénes integrarán el Consejo de Ministros de Luis Lacalle Pou, con la confirmación de que los dos lugares correspondientes a Cabildo Abierto (CA) serán ocupados por Irene Moreira (senadora electa y esposa de Guido Manini Ríos) en Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, y Daniel Salinas en Salud Pública. Sin embargo, cabe todavía alguna duda de que el nombramiento de Salinas quede en pie.

Salinas, cuestionado en estos días por varios aspectos de su trayectoria, le dio al presidente electo explicaciones al respecto y, según dijo, le aportó documentos probatorios de que esas críticas no tienen fundamento. Sin embargo, documentos que se dieron a conocer ayer cuestionan las afirmaciones del cabildante acerca de su relación con Martín Gutiérrez, denunciado por su participación en torturas durante la dictadura. Es una situación sumamente delicada en el seno de la “coalición multicolor”.

Manini mantiene una pulseada silenciosa con Lacalle Pou, y así resalta de antemano que es el factor decisivo para que los cinco partidos que lo apoyaron en el balotaje puedan aprobar leyes (salvo que, en algunos casos, lo logren con votos frenteamplistas). El presidente electo quería que el ex comandante en jefe del Ejército fuera ministro de Salud Pública, pero tanto él como Moreira anunciaron formalmente que no integrarían el gabinete y se dedicarían a las tareas parlamentarias para las que fueron electos. Esto planteó dos tipos de problemas: por un lado, la necesidad de que las negociaciones con CA se realizaran en un ámbito distinto al del Consejo de Ministros; por otro, la incertidumbre sobre las personas que Manini propondría para los dos ministerios que le tocarán.

CA es una organización política aún en construcción, que no se caracteriza por la abundancia de figuras destacadas, y su breve trayectoria no le ha permitido definir más que lineamientos programáticos generales. Ahora que el presidente electo consiguió que Moreira aceptara formar parte del Consejo de Ministros (que no es lo mismo que contar con Manini en él, pero sí mucho mejor que nombrar a un desconocido), sería muy complicado seguir negociando.

Por otra parte, Lacalle Pou avanzó mucho en la definición de titulares de subsecretarías y de direcciones generales de secretaría (que son formalmente el tercer lugar en el escalafón, pero a veces, en los hechos, el segundo). En líneas generales, el presidente electo formó, como era su intención, equipos que incluyen a personas del Partido Nacional y cercanas a él en todos los ministerios, pero al parecer Ernesto Talvi logró que la subsecretaría de Relaciones Exteriores vaya a ser ocupada por Carolina Ache, también colorada.

Y ya que hablamos de la cancillería, vale la pena señalar que el ministro Rodolfo Nin Novoa le dio ayer una respuesta algo tardía pero sin duda sabrosa a una queja de Talvi. Este había comentado que el pedido de aplicación de la “cláusula democrática” del Mercosur a Bolivia debería haber sido consultado con el gobierno entrante, y Nin Novoa replicó que sobre otras cuestiones habrá coordinación, pero que “las convicciones y los principios no se consultan”.

Hasta el lunes.