El fiscal de Corte, Jorge Díaz, se mostró contrario a inhibir totalmente el uso de teléfonos celulares en las cárceles uruguayas.

En declaraciones recogidas por Radio Uruguay, Díaz sostuvo que si bien la “inhibición total de comunicaciones” en la cárcel “teóricamente podría ser fácil de tomar, desde el punto de vista práctico no es así”.

El fiscal de Corte consideró incluso que “si se inhibieran totalmente las comunicaciones celulares desde todas las cárceles, se generaría una situación de explosión prácticamente dentro de los establecimientos carcelarios, porque es necesario que los privados de libertad tengan algún tipo de comunicación”.

Díaz notó que actualmente en las cárceles, si bien los celulares están prohibidos, lo único que se logra con esto es que “efectivamente el costo de un celular para un recluso sea mucho más caro, pero el acceso para aquel que dispone de dinero siga siendo efectivo”, sostuvo. Para el fiscal de Corte es necesario “ver cuál es la mejor regulación y sobre todo tratar de no caer en situaciones o propuestas que son fáciles de decir o pueden caer muy bien en la población, pero luego no se pueden ejecutar o no producen los resultados que se esperan”.

El tema salió a la luz del asesinato del hincha de Nacional Lucas Langhain el domingo pasado, y cuyo homicidio fue ordenado por un ex barrabrava de Peñarol que está recluido en el Penal de Libertad, según la investigación que llevó adelante el fiscal Juan Gómez.

Ayer el ministro del Interior Eduardo Bonomi explicó a Radio Sarandí que si bien se colocaron inhibidores de celular en algunas cárceles, la medida “no funcionó porque las [empresas] telefónicas aumentaron la señal”. “El inhibidor está pensado para una señal, se compró sobre esa base, se colocó, y las telefónicas aumentaron la señal y rompieron [el inhibidor]”, aseguró.