La transición entre el gobierno actual y el que asumirá el próximo 1º de marzo comenzó hace apenas unos días, pero ya generó varias fricciones. La última de ellas está relacionada con los ascensos previstos en la cúpula militar que el Poder Ejecutivo planea hacer el 20 de febrero, sin consultar a la oposición. “Es una jugada muy desleal, porque seguramente nos van a llenar de fachos”, sentenció un integrante del equipo de transición de Luis Lacalle Pou. “Si durante su propio gobierno se encargaron de promover militares de ultraderecha y nostálgicos de la dictadura, imaginate lo que van a hacer con unas designaciones que van a tener efecto en un gobierno que no es el suyo”, razonó la fuente consultada.

Desde el oficialismo aclararon, de todos modos, que las designaciones aún no están decididas, y de hecho ven este tema como un asunto “complejo y con muchas potenciales contradicciones”. “Nuestra política es hacer lo opuesto a lo que el gobierno electo quiere que hagamos. Y como ellos son de derecha, lo lógico sería ascender a oficiales de izquierda. Pero si nosotros, que somos de izquierda, ascendemos a oficiales de derecha, a lo mejor ellos, que son de derecha, quieren ascender a oficiales de izquierda, y lo opuesto a eso sería ascender a oficiales de derecha. Lo peor de todo es que ya no tenemos entre nosotros a Eleuterio Fernández Huidobro, que era el que se encargaba de hacer ver como razonables estas cuestiones”, se lamentó un jerarca del Poder Ejecutivo.