Colgate-Palmolive postergó el cierre de su planta de producción en Uruguay para el 31 de marzo, tal como le había solicitado el Sindicato de Trabajadores de la Industria Química (STIQ). El cierre, que afectará a 59 puestos de trabajo, estaba previsto inicialmente para el 15 de febrero. Ante el anuncio, realizado durante una audiencia este martes en la Dirección Nacional de Trabajo, el sindicato resolvió pasar a cuarto intermedio la declaración de conflicto y la huelga de hambre que llevaban adelante dos trabajadores, pero se mantiene en alerta y asamblea permanente, dijo a la diaria el secretario general del STIQ, Sebastián Azpiroz.

Por otra parte, Colgate-Palmolive planteó hacer reuniones tripartitas dos veces por semana a partir de la firma del acuerdo –prevista para este viernes en la sede del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social– hasta que se concrete el cierre de la planta. Para Azpiroz, en este momento “hay buena disposición de la empresa”, aunque también recuerda que esta violó el convenio cuando anunció el cierre con ocho días de anticipación. “Nosotros tenemos establecida una cláusula de paz que indica que ante cualquier reestructura o cierre se tiene que convocar una bipartita para negociar el tema, y se saltearon esa instancia. Con la postura que está tomando ahora [la patronal] intenta minimizar ese craso error que cometió antes”, acusó.

No obstante, el sindicato afirma que esta decisión “les da aire” a los trabajadores para seguir negociando por los puestos de trabajo y la reinserción de los compañeros. Aunque el gremio anuncia que seguirá “peleando por que no cierre la empresa”, los trabajadores entienden que esto es “prácticamente imposible”, por lo que el objetivo primordial es preservar los puestos de trabajo, ya sea en el área de logística de la empresa que quede en el país, por intermedio de los proveedores o en las dos cooperativas que hay actualmente dentro de la empresa –un servicio de comedor y otro de reciclaje–, que el sindicato pretende “fomentar, solventar y fortalecer”.

“No podemos decir que esto sea una victoria del sindicato, porque solamente se está aplazando el cierre, pero sí consideramos positivo que los compañeros estén cobrando su sueldo por un mes y medio más”, sostuvo Azpiroz. Por otra parte, la medida de boicot que el sindicato llamó a tomar el último sábado quedó suspendida pero se retomaría si no se percibe una “disposición real” de la empresa en el curso de la negociación para conseguir puestos de trabajo a los trabajadores o concederles las máquinas, como estos solicitaron. “Si la empresa no nos da nada y no nos ayuda en nada, volveremos a las medidas”, advirtió Azpiroz.

Por otra parte, los trabajadores se reunieron ayer con la Asociación de Industrias Químicas del Uruguay para pedirle que se involucre en la reinserción de los trabajadores que perderán su fuente laboral en abril.