El miércoles, el Ministerio de Relaciones Exteriores confirmó que los gobiernos de Uruguay y México, en su calidad de neutrales, organizarán una conferencia internacional con sede en Montevideo, el 7 de febrero, para establecer un diálogo sobre la situación de Venezuela. A su vez, según informó la agencia de noticias Efe, ayer la Unión Europea (UE) anunció la creación de un “grupo de contacto” entre países de Europa y América Latina, que iría en la misma dirección de lo anunciado por la cancillería uruguaya.

Federica Mogherini, responsable de Asuntos Exteriores de la UE, dijo a la salida de una reunión de representantes de Exteriores del bloque en Bucarest, capital de Rumania, que el objetivo de ese grupo es “promover el entendimiento y la actuación común entre actores internacionales clave sobre la situación en Venezuela”. Estará formado por varios países integrantes de la UE, entre ellos Alemania, España, Francia, Holanda, Italia, Portugal, Reino Unido y Suecia; y de América Latina estarán Bolivia, Costa Rica, Ecuador y Uruguay, entre otros que se anunciarán en los próximos días. Mogherini señaló que habrá un encuentro de ese grupo en América Latina la semana que viene, pero no confirmó que se trate del mismo evento anunciado por la cancillería de Uruguay. “El grupo tiene un mandato claro y con diferentes fases, con un marco claro, porque los resultados serán revisados tras 90 días, y el [mandato] será terminado si no hay progresos”, precisó la alta funcionaria de la UE, e indicó que la idea es contribuir a “construir confianza y crear las condiciones necesarias para un proceso creíble en línea de la Constitución de Venezuela, con el objetivo de que los venezolanos determinen su propio futuro con nuevas elecciones, con todas las garantías”.

En cuanto a los detalles de la conferencia anunciada en Montevideo, reina el hermetismo en las áreas encargadas de la organización. Según dijo a la diaria una fuente del Poder Ejecutivo, se manejan varias opciones para decidir dónde llevar a cabo el encuentro, y hay mucho “cuidado” con el manejo de esa información “por razones de seguridad”. La responsabilidad política de los preparativos está concentrada en el presidente Tabaré Vázquez, el canciller Rodolfo Nin Novoa y su subsecretario, Ariel Bergamino, quien se encuentra en el exterior ajustando detalles.

A todo esto, Juan Guaidó, titular de la Asamblea Nacional de Venezuela que se autoproclamó “presidente encargado” la semana pasada, dijo, sobre las iniciativas internacionales para mediar en la situación de su país, que no se va a prestar “a un falso diálogo”, según consignó la agencia de noticias Europa Press. Guaidó agradeció el gesto de los países “de buena voluntad”, pero pidió “no confundir el vehículo con el objetivo”. “A los países que aún dudan de lo que pasa en Venezuela: estoy seguro de que van a hacer lo correcto”, subrayó. Además, sostuvo que en el último diálogo, que tuvo lugar en República Dominicana de setiembre de 2017 a febrero de 2018, el gobierno de Nicolás Maduro “se burló de muchos países”.

España reconocerá este lunes oficialmente a Guaidó como presidente interino del país, al cumplirse el plazo de ocho días que había dado a Maduro para convocar a elecciones, según confirmó ayer Josep Borrel, ministro de Exteriores y Cooperación, informó Efe. Borrel, que participó en la reunión de Budapest, aseguró que harán lo mismo los demás países que habían fijado ese plazo el 26 de enero, y dijo que “se sigue trabajando para construir un consenso mayor” dentro de la UE, pero que “el reconocimiento es un acto nacional, de cada Estado”, y no “una competencia comunitaria”. “La UE no puede reconocer estados, mucho menos va a reconocer presidentes ad interim [interinos]”, señaló el canciller español, y agregó que cada país ejercerá esa competencia cuando lo considere oportuno y que “lo importante” es que se pueda hacer “dentro de un marco común”.

El lunes, Vázquez dio a conocer que Mogherini se había comunicado con él para adelantarle que no habría mayoría en la UE para reconocer a Guaidó, y que eso propiciaría el acercamiento del bloque europeo a la iniciativa de México y Uruguay.