Incluir un enfoque de género en la elaboración de los planes nacionales de adaptación de la agricultura al cambio climático es clave para su éxito.

Más de la mitad de las productoras rurales dice que no aplica medidas de adaptación al cambio climático en su actividad. Sin embargo, el 69% de ellas es consciente de que los cambios en el clima afectan bastante o mucho su producción y, además, ya han tomado medidas para atenuar su impacto.

Esto se desprende de un estudio realizado en el marco del proyecto de apoyo al Plan Nacional de Adaptación al Cambio y la Variabilidad Climática para el Sector Agropecuario. Es un proyecto respaldado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, con financiamiento de la Iniciativa Internacional por el Clima del gobierno alemán; lo desarrolla el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay.

Gracias al estudio, sabemos que incluir y empoderar a las mujeres rurales en la toma de decisiones en la agricultura familiar, en las organizaciones de productores y en procesos de capacitación, reduce la desigualdad de género a la que se enfrentan y asegura su mayor participación en el esfuerzo por hacer frente al cambio climático.

Entre las mujeres consultadas en el marco del proyecto, 71% de las que integran organizaciones de productores rurales aplican más de seis medidas de adaptación en su trabajo, mientras que solo el 39% de las que no integran organizaciones aplica esa misma cantidad de acciones. Es decir que la cantidad de medidas que se toma en los establecimientos aumenta si las mujeres que los integran son parte de organizaciones.

Por otro lado, el estudio, realizado en base a una encuesta y encuentros presenciales, muestra que las mujeres rurales valoran las instancias de capacitación y la participación en organizaciones porque ven estas instancias como una oportunidad de cerrar las brechas derivadas de la desigualdad de género que existe en la producción y en la repartición de las tareas.

En Uruguay, contar con más datos desagregados por género en el sector agropecuario permitirá mejorar las políticas públicas. Ajustarlas mejor a la realidad de las mujeres rurales fomenta y facilita su participación en la toma de decisiones y en la aplicación de medidas de adaptación a los efectos del cambio climático en la agricultura familiar.

Conocer esta realidad y tenerla en cuenta a la hora de seguir trabajando para la adaptación al cambio climático puede fortalecerlas y asegurar mejores resultados.

Es necesario, entonces, que todos los actores involucrados contribuyan en lograr una política pública de adaptación que sea inclusiva, para avanzar hacia Desarrollo Sostenible Hambre Cero, de la mano con el de Igualdad de Género.

Para eso, en una perspectiva más amplia, es esencial apoyar políticas públicas para el ámbito rural, en el desarrollo y la aplicación de la Estrategia Nacional de Igualdad de Género en la que trabaja Uruguay y con la que está en diálogo el equipo proyecto del Plan de Adaptación.

  • Estudio de adaptación al cambio climático y género para el Plan Nacional de Adaptación a la Variabilidad y Cambio Climático para el Sector Agropecuario Leer

  • Política de Igualdad de Género de la FAO Leer

  • Estrategia Nacional de Igualdad de Género Leer

Jorge Meza es representante de la FAO ad ínterim en Uruguay y Cecilia Jones, consultora de la FAO y coordinadora del Plan Nacional de Adaptación al Cambio y la Variabilidad Climática para el Sector Agropecuario