“Estamos inaugurando un período de igualdad sustantiva, ya no de igualdad de oportunidades, que era nuestra lógica de los años 90 [...] Ahora tenemos que mover y cambiar las estructuras para hablar de una igualdad en toda la trayectoria de la mujer”, dijo ayer Paula Narváez, asesora regional de ONU Mujeres sobre gobernanza y participación política, en la conferencia “Nuevo pacto social entre hombres y mujeres: democracia paritaria para la igualdad sustantiva”.

A la charla, que tuvo lugar en el edificio anexo del Palacio Legislativo, asistieron varios precandidatos a la presidencia de la República: estuvieron Carolina Cosse y Daniel Martínez, del Frente Amplio (FA), y Luis Lacalle Pou y Juan Sartori, del Partido Nacional; en representación del Partido Independiente concurrió Selva Andreoli, candidata a la vicepresidencia.

Narváez empezó su disertación aclarando que no se referiría a la realidad de Uruguay, sino que se enfocaría en la región, y adelantó que plantearía una invitación a reflexionar sobre la participación de las mujeres en política. Aseguró que el orden patriarcal nunca se ha tratado de dos partes, y que eso “ha sido una ilusión”, porque “esto siempre se ha tratado de uno, del sujeto hombre”.

La especialista alegó que, además de tener en cuenta que existe el “techo de cristal”, es preciso “ser conscientes de los ‘pisos pegajosos’”, o sea, de las situaciones en las que hay oportunidades para las mujeres, pero también obstáculos objetivos que les impiden avanzar. “La igualdad sustantiva es acompañar la trayectoria de la incorporación de las mujeres a los espacios de decisiones durante todo el proceso, y no sólo al inicio”, afirmó.

Según Narváez, en América Latina están dadas las condiciones para una democracia paritaria, y este es un debate necesario en un año electoral, sobre “un tema político de la mayor relevancia”. “Da la impresión de que son temas de mujeres, pero estos son temas societales, de cómo concebimos a la sociedad, el desarrollo y una cultura de derechos”, argumentó.

Las mujeres han sido socializadas en el “no poder”: por eso “tendemos a ceder y dar el paso al costado. Nos cuesta asimilar que el poder también nos pertenece”, comentó.

La asesora de la ONU afirmó que los cambios también se tienen que dar en los hogares, porque “no se trata sólo de que las mujeres accedan al espacio público, sino de cómo se redistribuyen las tareas y las funciones”, porque las mujeres siguen siendo principalmente las que se hacen cargo del cuidado doméstico, por ejemplo.

“Estamos ofreciendo un modelo que enriquece nuestras identidades, y que también enriquece las identidades de los hombres”, afirmó Narváez, quien se ofreció a trabajar con todos los partidos y todos los precandidatos, a fin de que puedan incorporar a sus programas políticas que promuevan la paridad, e instó a que quien triunfe conforme un gabinete ministerial paritario. Cosse, en rueda de prensa, dijo que se compromete a aplicar ese criterio si llega a la presidencia).

“En los países y en la militancia somos más mujeres que hombres: no es muy razonable que a la hora de llegar a las posiciones de decisión sea al revés. Es un tema de caminar juntos y de construir una sociedad mejor”, sostuvo la precandidata. Los precandidatos varones que estaban presentes no hicieron declaraciones.

El politólogo Daniel Chasquetti expuso sobre la realidad uruguaya en la materia. Dijo que no es cierto que la cuota les quite espacios a hombres que por sus méritos quieren acceder a cargos políticos, ya que “los partidos no seleccionan por méritos”. “No es meritocrático. Operan otros factores, que tienen que ver con la fidelidad o con la capacidad de juntar votos, por ejemplo”, de modo que la idea de que las cuotas para las mujeres terminan “siendo una trampa para los que intentan llegar por mérito es falsa”, aseguró.

La senadora Mónica Xavier (FA), que formó parte del público, aclaró que la ley vigente en la materia (la 18.487) dice que de cada tres candidatos, una persona debe ser de diferente sexo. “Podría perfectamente ser mujer-mujer-varón. No habiendo prosperado el debate sobre la paridad, está bueno que si en la elección pasada se aplicó de forma minimalista, en esta pueda tener una aplicación maximalista”, comentó.