“Alcanzar el poder, un desafío para las mujeres” fue el nombre de la charla realizada ayer de noche en la sede del sector Todos, del Partido Nacional (PN), con la abogada Verónica Raffo, del estudio Ferrere, como expositora principal. Al inicio de su presentación, Raffo destacó que Uruguay fue pionero en América Latina al implementar por primera vez el voto femenino, en 1927 en Cerro Chato, pero afirmó que hoy está “estancado”, aunque haya una percepción de que el país está “bastante avanzado” en materia de paridad de género. Subrayó que los datos de la composición por género en ambas cámaras del Parlamento, en los ministerios, las juntas departamentales y otros organismos políticos muestran una diferencia “abismal”, con 78% de varones y 22% de mujeres. La abogada enfatizó que por eso es una defensora de la ley de cuotas.

Luego se enfocó en describir algunas de las causas de la disparidad entre hombres y mujeres. Indicó que en general hay “prejuicios no conscientes” en base a los que todos actuamos, sin razonarlos. Por ejemplo, cuando vemos a alguien caminando, “si está mal vestido o tiene mala pinta” pensamos que “va a venir a robar”, aunque “capaz que es flor de tipo y súper derecho”. Dijo que lo mismo sucede en relación con las mujeres, ya que reaccionamos de determinadas maneras debido a estereotipos que “tenemos insertados culturalmente”, y para ejemplificar citó los resultados de un test de “asociación implícita” de la Universidad de Harvard, que se puede realizar por internet: 76% de las personas asocia más fácilmente “hombres” con “carrera” y “mujeres” con “familia”, así como lo “masculino” con “ciencia” y lo “femenino” con “artes”.

“Si somos mujeres y nos ponemos muy duras o muy firmes con algo probablemente seamos unas brujas, perras o todo lo que nos puedan decir; en cambio, si lo hace un hombre es un tipo con decisión. Es tanto lo que pega el estereotipo, que es importante visualizarlo. Y somos nosotros mismos quienes lo creamos, porque desde la educación tendemos a tratar a nuestros hijos de forma diferente: a las nenas les regalamos algo para hacer la comidita, y a los nenes algo de ingeniero”, sostuvo. Entre las diferencias en favor de los hombres, también indicó que en el trabajo las mujeres suelen ser valoradas por su “performance real”, mientras que a los hombres se los valora por su “potencial”, y si un varón se equivoca, se argumenta que es porque “todavía no tiene experiencia”.

Por último, Raffo subrayó que feminismo quiere decir buscar la igualdad entre hombres y mujeres, y por lo tanto no es “la contracara del machismo”. “El feminismo no tiene ninguna connotación de opresión, sino que busca la igualdad. Yo no estoy de acuerdo con que tiren cosas contra una iglesia ni con muchas de las consignas que se utilizaron en la marcha [del 8 de marzo, por el Día Internacional de la Mujer], pero soy feminista. Hay que centrar la discusión sabiendo de lo que hablamos”, finalizó.

Al final del evento tomó el micrófono Beatriz Argimón, presidenta del Directorio del PN. Dijo que la revolución “más maravillosa” de fines del siglo XX y principios del XXI la hicieron las mujeres, desde sus propias casas, cuando empezaron a “educar a los más jóvenes, dando a entender a los varones que no eran menos hombres por cambiar pañales, y que las mujeres no eran menos para salir a trabajar”, y que no estaba mal que ganaran “más que sus maridos o compañeros”.

“Ahí empezó a gestarse un cambio cultural, y empezaron a derribarse estereotipos que nos hacían mal a mujeres y hombres, y quien plantea el feminismo como lucha de sexos está equivocado”, afirmó.

A propósito de esto último, Argimón fue consultada por la diaria sobre las declaraciones del precandidato Guido Manini Ríos en contra de la “ideología de género”. “Hace mucho tiempo que digo que no creo que exista una ideología de género. Creo que existen perspectivas de género en la confección de políticas y medidas públicas, y en ese camino he transitado y seguiré transitando”, respondió.