Durante su comparecencia ante la Comisión Especial de Seguridad Pública y Violencia del Senado, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, admitió que era autocrítico con respecto a dos aspectos de las políticas de seguridad pública. Por un lado, dijo que fue un error no haber presupuestado expresamente la interacción entre la Policía y las políticas sociales de otros ministerios. “Se trabajó todo 2018 con fuerza y ahora estamos trabajando con fuerza, pero [el Programa de Alta Dedicación Operativa] necesita otra cosa, que es la posibilidad de pensar [en] presupuestar la interacción y no que cada ministerio aporte su presupuesto. Se logró que cada ministerio utilizara parte de su presupuesto para la interacción, pero no alcanza”, comentó.

También opinó que la entrada en vigencia del nuevo Código del Proceso Penal (CPP) debió haberse fijado para “febrero de 2021, como nos planteamos con las cárceles. Es decir, que funcionara no sólo con una ley aprobada, sino también con un presupuesto propio”. El ministro considera que la aplicación del nuevo código determinó que aumentaran los delitos –“porque no entraron a la cárcel los que tenían que entrar”– y que recién con las modificaciones posteriores ese aumento comenzó a revertirse.