Desde que se volcó definitivamente a la arena política, el ex comandante en jefe del Ejército y ahora precandidato presidencial Guido Manini Ríos no sólo se ha convertido en blanco de críticas de los precandidatos oficialistas. También ha recibido varios cuestionamientos provenientes de la oposición. Sus dichos del lunes en San Ramón sobre los inmigrantes, registrados por El Observador, no fueron la excepción.

“No se puede permitir que haya desocupados uruguayos para darles mano de obra a los de afuera”, dijo Manini Ríos, al ser consultado durante un acto en San Ramón por un vecino que sostuvo que la mayoría de los inmigrantes estaban ocupando puestos de trabajo en desmedro de los uruguayos. “No somos contrarios a que haya inmigrantes, pero aquí hay algo que es una injusticia. Les estamos dando beneficios a los inmigrantes que muchas veces no tienen los uruguayos. O porque están en negro o por alguna otra razón. Hay que darle prioridad al trabajador uruguayo”, respondió el precandidato.

Mientras formulaban sus críticas, algunos postulantes oficialistas aprovecharon la oportunidad para cuestionar las convicciones democráticas del ex militar, que consideran por lo menos dudosas. La frenteamplista Carolina Cosse sostuvo ayer, a la salida de un Congreso Internacional de Mutualismo en el hotel Radisson, que “hay que tener mucho cuidado con la discriminación, porque así han empezado procesos desastrosos en la historia de la humanidad”. “Ojo con que nos instalen la idea de que unos tenemos que estar en una vereda y otros en la de enfrente. El problema es cuando la diferencia es entre los que defienden la democracia y los que no”, disparó. Enseguida, pidió no caer “en la cosa facilonga de odiar a los que vienen, porque todos descendemos de gente que vino. Y aunque no fuera así, no está bien; no es humanamente correcto rechazar al que viene buscando una oportunidad”.

El también precandidato frenteamplista Mario Bergara tomó un camino similar. En declaraciones recogidas por Radio Uruguay durante un acto en Rivera, sostuvo que, pese a “todos los disparates que ya había dicho”, se había olvidado de alguno, y “hoy leemos que también le incorporó la xenofobia” a su discurso, “alentando a la gente en contra de los inmigrantes y diciendo que Uruguay ayuda a inmigrantes y no a los uruguayos, cosa que es totalmente falsa”.

Varios postulantes opositores se sumaron al coro de críticas. El senador nacionalista Jorge Larrañaga dijo no estar de acuerdo con los dichos. “La Constitución de la República no discrimina. Somos un país de inmigrantes y tenemos que ser respetuosos de eso. No creo en esa forma de pensar, que me parece que contraría preceptos constitucionales y el derecho al acceso al trabajo”, afirmó, en declaraciones recogidas por la radio Universal.

Otro que le salió al cruce fue el ex presidente Julio María Sanguinetti. “Creo que es contradictorio. O no aceptamos la inmigración, o la aceptamos como debe hacerlo Uruguay, que es un generoso país de inmigración. Pensar de ese modo es contradictorio, porque no se puede decir que la inmigración no es mala pero luego la condeno al robo; hay que ser coherente. La inmigración no es mala, sino que es por necesidad: están huyendo de la dictadura cubana y venezolana, y Uruguay no puede ser indiferente a esas situaciones”, sostuvo.

Tras las críticas, Manini Ríos dio su propia versión: “Lo que dije es que las condiciones de trabajo que se dan a un inmigrante también hay que dárselas a un uruguayo. Dije que los inmigrantes son bienvenidos: este es un país formado por la inmigración, y siempre lo será. Pero la pregunta venía del público, y era por qué se les daban beneficios a los extranjeros que no se les daban a los uruguayos. De ahí a deducir que ahí hay xenofobia, es una elucubración de gente que no escuchó lo que dije”, expresó, en declaraciones recogidas por Radio Uruguay. Según Manini Ríos, lo que se planteó desde el público es que “había empresas que pedían extranjeros y no querían uruguayos, por distintas razones”.