A principios de este año, Guillermo Moncecchi abandonó su cargo como subsecretario del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) para asumir la titularidad de la cartera, luego de que Carolina Cosse renunciara a este cargo para dedicarse de lleno a la campaña electoral. El jerarca se opone a la idea de cortar el ingreso de funcionarios públicos porque considera que así se limita la capacidad de que ingresen profesionales que impulsen las políticas públicas. Asimismo, señala que en el ámbito público y privado se innova muy poco, por lo que en un eventual cuarto gobierno del Frente Amplio (FA) se deberá impulsar la innovación.

Te sumaste a Lista Amplia, un espacio que apoya la precandidatura de Carolina Cosse. ¿Por qué decidiste militar en este espacio y no unirte a otro sector?

Es una lista de apoyo a Carolina, no es estrictamente un sector. Es una lista orientada a frenteamplistas independientes, y yo soy eso, porque soy muy frenteamplista pero no estoy sectorizado; nunca lo estuve. Nos pareció que estaba bueno construir un espacio para apoyar la precandidatura y convocar a ese frenteamplista que sabe que es frenteamplista pero no tiene necesariamente una identificación fuerte con un sector.

¿Esta lista puede terminar convirtiéndose en un sector?

En principio, no. En principio tiene el objetivo de participar en las elecciones internas y apoyar la precandidatura de Carolina. Lo que diga el tiempo después se verá, pero en principio no es la idea.

¿Por qué creés que Carolina Cosse tiene que ser presidenta?

Carolina tiene algo fundamental que es una visión estratégica de las cosas, que además combina con su capacidad de generar equipos. Esto no se trata sólo de gestión, se trata de tener una visión estratégica e impulsar una gestión que permita ejecutarla. Por ejemplo, el despliegue de fibra óptica es un muy buen ejemplo de gestión. Hoy, cuando lo vemos en retrospectiva, es mucho más que un éxito estratégico; implicó decidir pararse en una realidad y definir hacia dónde quiero ir. Creo que esa combinación siempre ha sido su tónica.

El precandidato Daniel Martínez dijo a Búsqueda que si él gana la interna “no es seguro” que Cosse lo acompañe en la fórmula. También añadió que la fórmula es “una especie de maduración donde se tiene en cuenta la opinión del que gana”. ¿Coincidís con esta idea?

Todo indicaría que la fórmula debería completarse con alguno de los cuatro precandidatos. No creo que sea una decisión personal del que gana, creo que es del FA. A mí me parece que ese es el camino más natural. Lo mismo pienso que debe hacerse si llega a ganar Carolina.

Vázquez sostuvo en su momento que los ministros que querían hacer campaña tenían que renunciar. ¿Cómo compatibilizás este cargo con la campaña electoral?

Vázquez se refirió a los ministros que querían candidatearse a la presidencia. De todos modos, mi dedicación es absoluta al ministerio. La aparición en la lista es un apoyo, no he estado ni voy a estar en la campaña de acá a octubre. Creo que es perfectamente compatible.

Varios dirigentes de la oposición proponen liberalizar la importación de combustible. ¿Qué opinás de ese camino?

Los números que maneja la gente de ANCAP muestran que la famosa frase “refinar agrega valor” es una solución mágica que no funciona. Esta idea siempre va a estar basada en la hipótesis de que importás y después no vas a tener elementos intermedios en la cadena. Es una comparación injusta: tenés que tomar en cuenta la distribución y la ganancia de los que importan, entre otras cosas. Yo creo que no es un camino, y los números que hemos hecho no nos dan en esa dirección.

El precandidato nacionalista Luis Lacalle Pou propone en su programa la separación del negocio principal de ANCAP de las subsidiarias. ¿Qué opinás de esta propuesta?

El camino que siguió ANCAP en este período fue exactamente el opuesto. Se trabajó mucho más como grupo ANCAP, favoreciendo las sinergias entre las compañías y no dejando que cada una tome su rumbo por separado, sino actuando en coordinación. Parte de los problemas que tuvo ANCAP fue que, justamente, cada subsidiaria tenía un rumbo independiente. De hecho, algunas de las cosas que estamos planteando ahora es intentar buscar más sinergia entre las empresas públicas. Sería un error separarlas, y no veo el beneficio de hacerlo.

El conflicto entre los trabajadores del gas y Petrobras continúa en marcha. ¿Qué papel creés que debe jugar el MIEM?

En la situación del gas tenemos un rol muy claro: somos el Ministerio de Energía y, por lo tanto, tenemos que asegurarnos de que el servicio llegue a la población en las mejores condiciones. En ese contexto, hay una concesión a Petrobras y nosotros tenemos que asegurarnos de que esa concesión se esté cumpliendo en las condiciones que dice el contrato y que el servicio llegue a destino. A nosotros, por supuesto, no nos interesa que haya conflicto en la empresa y hemos estado intentando ayudar en el diálogo, en la búsqueda de soluciones, pero siempre en el marco del cumplimiento de la concesión. Uruguay es un país donde los contratos se respetan, y ese contrato está vigente. Ahora la empresa ha anunciado que se quiere retirar de Uruguay, pero esa decisión implica eventualmente venderle sus acciones a otro. En el marco de esa concesión, nosotros estamos trabajando con la empresa en la mejora de su ecuación económico-financiera, porque es parte del contrato. Si la situación de la empresa mejora, eso implica que va a tener menor reducción de costos por el lado del personal. Son temas que no son independientes. Si yo ayudo a la empresa a mejorar su ecuación, uno de los factores que favorezco es el trabajo.

La presidenta de ANCAP, Marta Jara, dijo que era un error que los funcionarios integrantes de la Federación ANCAP tomaran un conflicto que “no le pertenece” a la petrolera estatal, en referencia al apoyo del sindicato a los trabajadores del gas. ¿Cuál es su opinión?

Respeto las decisiones sindicales. Mi posición es muy clara en esto: respetando las reglas de juego, cada uno tiene derecho a tomar las medidas que le parezcan más convenientes. Yo no soy Marta Jara. Ella es la empresa. Yo, como gobierno, respeto todas las medidas dentro del marco legal y me muevo en ese marco.

¿Cuál tendría que ser el rol de las empresas públicas en un eventual cuarto gobierno del FA?

Las empresas públicas han sido fundamentales en la historia de este país y han tenido un rol –no siempre reconocido– como motor de desarrollo. El caso ANCAP opacó mucho esa visión, y hay muchos discursos que se basan en ese caso concreto, que realmente fue un problema, y lo digo con propiedad porque parte de nuestra tarea en este período fue recuperar la empresa. El rol de Antel fue clave para el desarrollo de las telecomunicaciones y ahora lo es con la implementación de la fibra óptica. También lo fue UTE con el cambio de la matriz energética. Yo creo que el rol de ANCAP en el transporte de hidrógeno va a ser fundamental. En un eventual cuarto gobierno del FA la clave va a ser la innovación. Uruguay es un país que innova muy poco, sobre todo en el ámbito privado, pero también en el público: la inversión en innovación no es muy alta. En el marco de Transforma Uruguay, estamos presentando algunas leyes que pueden mover la aguja. Una de ellas se aprobó hace poco en el Parlamento e implica la devolución de impuestos a la actividad de innovación. La innovación es riesgo, entonces cuando las empresas públicas arriesgan y les va mal se les critica que están tirando la plata, cosa que con una privada no pasa. Es una posición razonable porque es la plata de la gente, pero sin riesgo no hay innovación. A mí me parece que el rol de las empresas públicas como motores de crecimiento es una concepción bien frenteamplista. Por otro lado, me parece una muy mala idea cortar el ingreso de funcionarios públicos.

¿Por qué?

Porque estás cortando la posibilidad de que ingrese gente capacitada, profesionales y técnicos. Por ponerte un ejemplo, los que han elaborado la política energética son funcionarios del ámbito público, tanto de la Dirección de Energía del MIEM como de la UTE. Hay gente que piensa que el funcionario público es como el funcionario público de [Antonio] Gasalla, y eso no se corresponde con la realidad. Los que mueven hacia adelante muchas de las políticas son personas comprometidas, que avanzan. También existe una idea de que la cantidad de funcionarios públicos crece de forma desmedida, pero cuando te ponés a analizar te das cuenta de que crecimos en cantidad de maestros y policías. En el organigrama central los funcionarios de los ministerios han bajado. Hay mucho desconocimiento de esa realidad, y es un tema ideológico. Hay gente a la que le parece mejor tener un Estado pequeño y que los privados hagan todo; para ello, necesitás la menor cantidad de funcionarios posibles.

Pensar en las empresas públicas como motor de desarrollo también implica pensar en su capacidad de invertir. ¿Creés que las empresas públicas tienen que invertir más en un eventual cuarto período?

Parto de una premisa que ha dicho [el ministro de Economía y Finanzas] Danilo Astori: “No conozco ninguna experiencia que demuestre que se pueden seguir haciendo cosas si la macroeconomía anda mal”. Me parece fundamental que la visión macroeconómica siga siendo estable, y en eso se ha trabajado mucho. Para decirlo claramente: no voy a salir a caballo del desarrollo a invertir cientos de millones de dólares a lo loco. Ahora, dentro de ese contexto, puede haber espacio para tomar algunas decisiones en puntos estratégicos. Hay que pensar en un desarrollo focalizado, acordado entre todos, y ver cómo financiarlo dentro de esa ecuación macroeconómica. No hay magia en esto, porque si no te puede pasar que termines desfinanciándote y sea peor el remedio que la enfermedad. Creo que hay margen para hacer inversión, pero siempre evaluando el impacto desde el punto de vista económico.

La Ley SCA

El titular del MIEM sostuvo que la cartera ha estado haciendo un “trabajo para la reglamentación” de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (SCA) y que se apuntó a “completar el proceso dando todas las garantías a la Comisión Honoraria Asesora de Servicios de Comunicación Audiovisual”. “Nuestra posición fue hacer el proceso lo más transparente posible y cumpliendo las garantías para todo, y eso demoró el proceso”, aseguró. La llamada ley de medios “debería estar para salir”, añadió.