La conductora de televisión argentina Mirtha Legrand fue operada el domingo de noche por un trastorno intestinal. Según los familiares de la figura televisiva, la operación fue “un éxito”, y la recuperación viene saliendo según lo planeado. “Es cierto que antes de la operación estaba un poco nerviosa, porque ella pasó miles de veces por un quirófano pero esta es la primera vez que no va con un cirujano plástico. De hecho, nos costó convencerla de que hubiera cirujanos que se dedican a otra cosa que no sea sacar arrugas o levantar lolas”, relató uno de los nietos de Legrand. La diva de los almuerzos se encuentra estable y sobre la noche de ayer llegó incluso a publicar en Twitter: “Muy contenta por la operación, ¡mi duodeno se ve varios años más joven!”. Es que, según fuentes del equipo médico que la atiende, la célebre conductora no quería operarse, y los profesionales lograron convencerla de que lo hiciera solamente cuando le prometieron que iban a aprovechar la intervención quirúrgica para hacerle algunos retoques en el interior de su cuerpo. “El avance en materia de tomografías le hizo mucho daño al ego de la Chiqui, porque se empezó a ver en las imágenes y le pareció que sus órganos se veían como los de una persona de su edad, cosa que obviamente no le gustó nada. Ahora quiere hacerse de todo: un lifting en el hígado, botox en la aorta y miles de cosas más”, relató la fuente consultada.