Ayer de noche tuvo lugar una charla sobre seguridad en un comité de base del Frente Amplio (FA), en las calles Cerro Largo y República, que contó con la presencia del precandidato Mario Bergara junto a un panel. Luego de la exposición de los especialistas, Bergara dijo que hace diez años la conversación sobre seguridad “no tenía lugar”, porque cuando el FA empezó a gobernar “no había una claridad de enfoque” sobre el tema. “Es difícil implementar una política si no hay una visión. De hecho, seguimos discutiendo la visión, a veces con falacias de falsa oposición, porque el foco en combatir las causas sociales del delito está muy bien, pero nos faltó diagnóstico”, dijo. Agregó que eso sucedió porque se pensó que “si bajaba la pobreza iba a bajar el delito”, y la pobreza “bajó un montón”, pero “el problema fue que no era esa pobreza la que condicionaba el delito”.
Destacó que ahora los problemas de seguridad se piensan en términos de “fragmentación social”: lo que importa no es sólo la falta de ingresos o el empleo, sino “el desapego del sistema educativo”, que es “el primer paso para el desastre”, y también de los problemas de salubridad, saneamiento, vivienda, etcétera. Por lo tanto, para Bergara hay una necesidad de “reformular las políticas sociales”. Además, subrayó que es una problemática que “se resuelve de manera integral o no se resuelve”, lo que implica que no es un tema sólo del Ministerio de Desarrollo Social, sino también de otras secretarías de Estado, como Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Salud Pública e Interior, e incluso de OSE y UTE.
El precandidato dijo que no le “asusta” la palabra “represión”, ya que hay “un nivel de cosas sobre las cuales hay que trabajar con políticas represivas”, sobre todo “cuando se consolidan modalidades de crimen organizado”. “Porque tampoco podemos tener siempre la caricatura de que son gurises que están perdidos en la vida y les damos palo. Hoy en Uruguay hay crimen organizado, y eso hay que reprimirlo”, aseguró. No obstante, dijo que encontrar “el equilibrio” entre combatir las causas sociales del delito y los niveles de represión es “un arte difícil” y que las autoridades todavía lo están buscando.
Por último, anunció que iba a hacer una “consideración política” y señaló: “Si nosotros seguimos teniendo esa imagen de que la propuesta de la izquierda es un poco frutillita –porque la represión nos duele, entonces, no la ejercemos–, las posturas extremas de Vivir sin Miedo y compañía van a tener éxito, porque la sociedad está demandando una tesitura más firme”.