Carolina Cosse, ex precandidata a la presidencia por el Frente Amplio (FA), admite que no le gustó la forma en que el presidenciable Daniel Martínez eligió a su compañera de fórmula, Graciela Villar, pero decidió pasar la página: seguir insistiendo con ese tema es contraproducente y no contribuye a la unidad necesaria, asegura. En cambio, cree que la fuerza política no debe dar un minuto más de ventaja para comenzar a trabajar de cara a las elecciones de octubre, y dice que trabajará con toda su fuerza para que el FA gane las elecciones. Además, la ex ministra tendrá en esta campaña un desafío adicional: si bien tuvo cargos ejecutivos en los dos últimos gobiernos, ahora se propone llegar al Senado para impulsar las propuestas que hizo durante la campaña hacia las internas.
¿Creés que el FA tiene una fórmula competitiva?
Espero que lo sea y voy a trabajar para eso. Di una conferencia de prensa para enviar un mensaje a los frenteamplistas que me votaron y a los que no, para centrarnos en la importancia de la defensa de un proyecto de país y hacer todo lo posible para que el FA gane en octubre.
¿Qué características de Graciela Villar te parece que pueden servir para la fórmula?
Es una compañera con una trayectoria frenteamplista de militancia larga y extensa, pero no me compete a mí [evaluarla]. Ahora que el candidato [Daniel Martínez] eligió una compañera de fórmula, cuando el Plenario defina lo que tiene que definir, esa fórmula tiene que ser la ganadora y es por la que voy a trabajar. Ahora lo que nos tiene que enfocar a los frenteamplistas es el futuro, el proyecto de país, cómo vamos a enfrentar las dificultades que tiene el país. Para eso, durante la campaña hacia las internas hicimos propuestas que pienso defender para que el FA gane.
Varias veces manifestaste que te dolió el proceso de elección de la fórmula. ¿Cómo pensás que se tendría que haber manejado?
No fue que yo lo marcara, sino que los periodistas me lo preguntaron en la conferencia de prensa. Lo manifesté, pero no he traído el dolor a la conversación, sino la necesidad de levantar la mirada ante un estado de ánimo complejo real de todos los frenteamplistas y conectarnos con lo más profundo que nos une: la defensa de un proyecto de país. Los frenteamplistas tenemos que creer que este proyecto de país florezca, y es ahí donde tiene que focalizarse nuestro esfuerzo.
¿Por qué dijiste que este proceso no contribuyó a la unidad?
Porque la gente está con bronca, no entiende o tiene desazón. Por eso mismo di una conferencia de prensa para hacer un aporte, un mensaje. Se me nombró toda la semana, cuando lo que quise decir es que había que reponerse de la desazón y los sentimientos, y poner la mirada en lo que nos trasciende.
Y esa desazón surge como consecuencia de cómo se eligió la fórmula.
Yo no me voy a poner a explicar por qué es la desazón de las personas, pero si salís a la calle y te pechás con cualquier frenteamplista, eso está. Entonces hay que decir: “Ahora ya pasó. ¡Vamos para octubre! ¡Vamos todos juntos que tenemos que ganar!” Pero no porque estamos en una especie de competencia deportiva, sino porque estamos hablando del futuro de Uruguay.
¿No te pareció improvisado dejar el tema de la fórmula para después de las internas sin haberlo conversado antes con sectores y precandidatos?
Esa es la teoría de Darwin Desbocatti [risas]. Con los precandidatos no se habló, al menos que yo sepa.
¿No hubiera sido mejor hablarlo y prever la situación?
Capaz que sí, pero con el diario del lunes… Hoy ya no es ese el tema. Para mí seguir con el tema no es construir FA.
Después de todo esto, ¿confiás en Martínez?
Es el candidato del FA y el que eligieron los frenteamplistas, y el va a tener la tarea de cumplir con el programa que el FA construyó. ¿Cómo no voy a confiar en él?
En el oficialismo hay quienes sienten que se corre con desventaja hacia octubre en relación con la oposición. ¿Cuál es tu visión?
Creo que en el FA no tenemos que perder ni un minuto y salir todos a la cancha a hablar con la gente y trabajar para octubre. Los resultados de las elecciones internas en sí mismas no son científicamente un dato que determine el resultado de octubre, pero allí hay elementos que muestran algunas cosas y que deberían ser un llamado de atención, sobre todo lo que tiene que ver, más allá de los resultados de octubre, con la construcción política que el FA tiene que hacer, no solamente en el período electoral sino en los últimos tiempos.
¿Eso se hizo mal en los últimos años?
Yo creo que eso hay que hacerlo mejor en los próximos años.
¿Qué fue lo que faltó?
Faltó política, entendida en el sentido de un exhaustivo uso de las herramientas de comunicación y del contacto con la gente, y eso hay que hacerlo.
¿Todos estos gabinetes abiertos no dieron resultado?
Viví los gabinetes abiertos y fueron algo muy bueno y que hay que conservar. Eso estuvo muy bien y acumula en la democracia, pero la política no se construye con una sola acción, es la acumulación de hechos.
¿Faltaron esas acumulaciones?
Yo creo que sí.
¿Por qué creés que este gobierno no cuenta con la aprobación que tuvieron los gobiernos anteriores del FA?
Porque la construcción política tiene que ser algo permanente y no puede recaer sólo en el gobierno. Tiene que haber una construcción política llevada adelante por el sistema político, por el FA, y después el gobierno debe gobernar.
O sea que no es un problema principalmente del gobierno...
Uno puede encarar los temas para tratar de buscar un culpable o para tratar de entenderlos y resolverlos. En el gobierno del FA, el FA somos todos y hay que hacer política todo el tiempo. La política no es hacer declaraciones ni comunicarse a través de los medios. Aprendí muchísimo en esta campaña y estoy cada vez más convencida de que hay que mantener el contacto con la realidad, con la gente, discutir las propuestas y entender que uno está en el siglo XXI y lo que hoy es necesario resignificar lo que fue una impresionante innovación en 1971, que fueron los comités de base. Es muy importante tener puntos de presencia en un territorio para cualquier cosa, y más en política, porque es el lugar en el que la gente se va a encontrar y se va a ver, y eso es insustituible. Pero antes de encontrarse y de verse, hay que abrir instancias de participación con métodos modernos, con cuestiones que permitan que la gente a la que le importan las cosas que después se expresan en movimientos sociales encuentre en la política una puerta abierta.
¿Hay que reestructurar el funcionamiento interno del FA?
Sí.
En las últimas campañas del FA ese tema estuvo arriba de la mesa. ¿Creés que a esos cambios les falta impulso?
No estoy hablando de una estructura que tenga que ver con un organigrama, sino de una forma de trabajar; no me importa cómo es el organigrama.
Vas a ser la primera candidata al Senado de la Lista Amplia. ¿También pensás integrar otras listas al Senado?
Estamos conversando con varios sectores, pero, por ahora, no tenemos novedad.
¿El Movimiento de Participación Popular es parte de estas conversaciones?
Sí. Estamos conversando con muchos sectores. No tenemos novedad aún.
Claramente, ahora estás apuntando al Parlamento. ¿Ya tenés definido que no vas a integrar un eventual Poder Ejecutivo encabezado por Martínez?
No hay que vender la piel del oso antes de cazarlo. Hoy es necesario centralizar todos nuestros esfuerzos en ganar en octubre, y si no en noviembre. Además, no hay ningún planteo. No me niego a nada, pero hoy estoy enfocada en otra cosa.
Villar dijo que le gustaría que fueras parte del próximo gobierno.
Y se lo agradezco profundamente, porque creo que es un gesto muy bueno.
¿Qué evaluación hiciste de tu desempeño en el debate con el precandidato nacionalista Jorge Larrañaga?
Estoy acostumbrada a debatir en distintos ámbitos desde muy chica, pero esta vez me pasó que había un cronómetro y me puse nerviosa. Después me di cuenta de que soy una persona de frases cortas, puedo decir muchas cosas en minutos, pero en ese momento pasó lo siguiente: habíamos acordado temas, bajo el título del debate de “dos modelos de país”. Acordamos que el primer tema fuera “el mundo del trabajo”, el segundo “seguridad”, etcétera. Me encontré que cuando empezamos a encarar el primer tema el senador Larrañaga empezó a meter cualquier otra cosa en el asunto. Me sorprendió porque me esperaba que fuera a hablar solamente del tema. En ese momento pensé rápidamente que si le respondía toda la variedad de temas que estaba diciendo no iba a poder decirle nada a la población desde el punto de vista del mundo del trabajo, del modelo de país que estoy defendiendo, entonces traté de atenerme al mensaje que sentía que tenía que pasar sobre el proyecto de modelo de país del FA. En algún momento le contesté algo, cuando veía que las cosas que decía eran relativas al tema que estábamos hablando. Me sorprendió que luego el comportamiento del senador siguiera así. En algún momento le contesté; seguramente sacrifiqué formas en función de contenido. Estaba nerviosa y definí eso, y asumo esa definición.
¿Te gustaría seguir debatiendo en la campaña?
Si es necesario, sí. También hay mucha cosa para hacer en la campaña, como seguir hablando mucho con la gente.
¿A quién te gustaría ver como candidato o candidata a la Intendencia de Montevideo?
Falta para eso. Otra vez hablamos de no vender la piel del oso antes de cazarlo [Se ríe].
José Mujica ya salió a promover al diputado Alejandro Sánchez.
Bueno, es cosa de Mujica... Creo que nos tenemos que centrar en octubre y no empezar a hacer especulaciones como si estuviéramos en un campeonato de fútbol.
¿Entonces te parece que está mal promover gente a esta altura?
Cada cual hace lo que quiere en política. Yo digo lo que hago; no es un tema de si está mal o está bien, sino de lo que cada uno propone y después cómo construye la gente alrededor de eso.
¿Estarías dispuesta a apoyar a Sánchez?
Es un gran compañero.
¿Qué se puede esperar del gobierno en los meses que quedan?
Este gobierno ha logrado algunas cosas importantes este año, como el fallo de segunda instancia en el juicio [por el Plan Cóndor] en Roma. Algo que me parece muy importante. Reconozco, con todo el honor que se merece, el esfuerzo ininterrumpido de Familiares en materia de verdad y justicia, pero también quiero reconocer a este gobierno por la acción que ha tenido para llevarlo adelante. Por otra parte, este gobierno, en una situación realmente terrible, ha mantenido el país estable, en crecimiento, y eso no es menor. Las hojas de ruta que trabajamos en el sector productivo, que están vinculadas con las industrias creativas, la ciencia de datos, el procesamiento mecánico de la madera y la biotecnología, han ido avanzando y me parece que son un cimiento interesante para el próximo gobierno del FA.
¿Cómo te imaginás un gobierno de Luis Lacalle Pou?
No. Eso no puede ser.
Es una posibilidad.
Trabajaré con toda mi fuerza para que eso no suceda y, si sucede, sería terrible para Uruguay.
En caso de que suceda, ¿cómo te imaginás que sería tu labor en el Parlamento?
Voy a trabajar con todo para que eso no suceda. No quiero que los hospitales vuelven a ser el reducto de los pobres, no quiero que se detenga el proceso de descentralización de la educación, no quiero que se vengan abajo todas las cosas buenas que se han hecho en la educación: la UTU, el Polo Tecnológico, la esperanza de estos chiquilines que están acostumbrados a viajar al exterior, ganar premios y seguir. No quiero que se pierda la posibilidad de un país que avance sin que nadie quede atrás.