Cooperativas Agrarias Federadas (CAF) presentó ayer a la mayoría de los candidatos a la presidencia un documento con los objetivos que la gremial entiende como prioritarios para ejecutar en el próximo período de gobierno. En la actividad estuvieron presentes los presidenciables Daniel Martínez (Frente Amplio, FA), Luis Lacalle Pou (Partido Nacional), Ernesto Talvi (Partido Colorado, PC), Pablo Mieres (Partido Independiente), Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto) y Gonzalo Abella (Unidad Popular), y asistieron, además, dos ex precandidatos: Carolina Cosse (FA) y Julio María Sanguinetti (PC), así como la candidata a la vicepresidencia del PN, Beatriz Argimón, legisladores y personalidades vinculadas al movimiento cooperativo en general.

CAF es una entidad cooperativa que agrupa a más de 10.000 productores rurales de todo el país, que desarrollan actividades en diversos grupos agropecuarios y agroindustriales, produciendo frutas, hortalizas, leche, queso, carne, trigo, soja, cebada, vinos y lanas.

Al inició de la presentación de las propuestas, se remarcó que para la gremial el país se encuentra en una situación de caída del Producto Interno Bruto y de las inversiones, y aumento de la tasa de desempleo, del déficit fiscal y de la deuda pública. Con este contexto, quien habló en primer término, la presidenta de CAF, Virginia San Martín, propuso respecto de las relaciones laborales la necesidad de “esquemas de negociación salarial que incluyan pautas modernas, en donde se dé el equilibrio, obligaciones y garantías entre las partes, en igualdad de condiciones”, y enfatizó que “en tiempos de estancamiento económico, es importante priorizar el mantenimiento del empleo”.

Con respecto a los costos de la producción, en materia de infraestructura propuso “mejorar la calidad de la conectividad de internet, celular y fibra óptica, mejorar la calidad en la distribución de la energía eléctrica y contar con una matriz energética con tarifas acordes a la competitividad del sector”.

En ese sentido, propuso “un diferencial” en la tarifa eléctrica y advirtió sobre “la pérdida de beneficios tributarios que tenían las cooperativas en el pasado, que han sido igualados y superados por otras formas jurídicas”, lo que “representa una verdadera amenaza para el cooperativismo”.

En materia crediticia, remarcó la necesidad de “contar con líneas de financiamiento a largo plazo a tasas adecuadas a la realidad de los negocios agropecuarios y cooperativos”, y de acceder a “líneas de crédito específicas”. También propuso que el Banco República “retome la condición de banco de fomento del cooperativismo agrario”. “Necesitamos un seguro integral, que contemple rendimientos de nuestra información técnica-agronómica, que ampare a la agricultura de secano ante eventos climáticos adversos”, agregó, y planteó la necesidad de “un Estado eficiente que baje los costos asociados a la producción; que evite ‘subsidios cruzados’ desde las empresas públicas a otras actividades y que garantice mejores servicios a los productores y sus familias”.

Sobre el recientemente anunciado acuerdo comercial Mercosur-Unión Europea, San Martín dijo que les genera “mucha incertidumbre” y preocupa en ese contexto “el futuro de la granja y especialmente la sostenibilidad de la lechería”. Finalmente, la presidenta de CAF destacó la marca cooperativa: “Somos empresas con valores y principios, somos rentables, formales y estamos auditadas. Por eso defendemos la marca cooperativa, porque genera empleo y calidad de vida a sus asociados y sus familias”.

No nos vamos

Luego habló el vicepresidente de CAF, Pablo Perdomo, quien planteó la necesidad de un Instituto Nacional de Colonización que “mejore los criterios de adjudicación de tierras, priorizando la sostenibilidad y viabilidad de los emprendimientos productivos”, y que “refuerce el objetivo para el cual fue creado” de promover y desarrollar el cooperativismo agrario. Además, se manifestó contrario al proyecto de ley de Economía Social y Solidaria que actualmente se discute en el Parlamento.

Perdomo propuso mejorar la trazabilidad, que “es un factor diferenciador de la producción ganadera”, y propuso que las cooperativas sean “el vehículo para implementar trazabilidad en otros rubros” como las frutas, quesos, vinos y mieles. “Queremos incluir a la seguridad rural como una política de Estado. Los abigeatos y robos se han transformado en moneda corriente, y si bien se ha avanzado en el marco legal sobre seguridad rural, deben implementarse las medidas previstas anunciadas”, agregó.

Después habló sobre las buenas prácticas ambientales y aseguró que se puede contar con la CAF “para trabajar en la reducción de insumos contaminantes como las bolsas de nylon y los plásticos”. “Estamos comprometidos. Ya estamos trabajando. Queremos que nos visualicen como aliadas estratégicas”, afirmó.

Para finalizar, se refirió al acrecentamiento de la concentración y extranjerización de la tierra en Uruguay y afirmó que “en ese proceso, las cooperativas agrarias han demostrado que tienen el poder de generar crecimiento económico a los productores medianos y pequeños especialmente, y distribuir el valor generado en el propio proceso de producción”. “Las cooperativas reinvierten en el sistema productivo local –infraestructuras, servicios y generación de empleo–. Frente a las crisis las cooperativas no nos vamos”, concluyó.