(Hoy es 9 de agosto. Faltan 79 días para las elecciones nacionales)

Buenos días. Les comento algunas noticias de la campaña electoral que pueden leer hoy en la diaria.

La campaña de Juan Sartori para las elecciones internas del PN le permitió quedar en segundo lugar, apoyado por muchos votantes que no se identificaban antes como nacionalistas, pero eso puede haber sido pan para ayer y hambre para hoy. Las encuestas realizadas después de que se definió la candidatura a la presidencia de Luis Lacalle Pou indican que la mayor parte de quienes votaron a Sartori se han desperdigado entre otros partidos, y que eso explica en buena medida el descenso de la intención de voto al PN para octubre, acompañada por un crecimiento de la convocatoria del Partido Colorado (PC), que alimenta su esperanza de llegar al balotaje.

Mañana el PN reunirá a su Convención Nacional, aprobará un programa común y proclamará la fórmula integrada por Lacalle Pou y Beatriz Argimón. Luego, su tarea será recuperar espacio, y es una incógnita cuánto podrá aportar a ella Sartori, ya de regreso en Uruguay.

En ese marco, Alianza Nacional, el sector de Jorge Larrañaga, sufrió un nuevo alejamiento: el de Adriana Peña, intendenta de Lavalleja. Peña fue elegida en 2015 por AN, se alejó luego y volvió, brevemente, con Larrañaga. Ahora estudia sus opciones entre Lacalle Pou y Sartori, y Alianza Nacional cubrió la cuota femenina en los tres primeros lugares de su lista con la historiadora, docente y escritora Ana Ribeiro.

Por otra parte, en el Senado se produjo un raro incidente, que prefigura posibles problemas en el próximo período de gobierno, si -como parece probable- el Parlamento queda integrado por más partidos que en la actualidad.

Unidad Popular (UP), que tiene sólo un diputado, centró muchos de sus esfuerzos en un proyecto de Plan Nacional de Vivienda Popular por Construcción Pública. La iniciativa estuvo mucho tiempo en comisión, y cuando llegó al plenario de Diputados la apoyaron el PN y el PC, con el Frente Amplio (FA) en contra salvo Darío Pérez, pero se le había hecho un cambio sustancial.

El texto original decía que el presupuesto del Plan sería financiado con 1% del Producto Bruto Interno, pero los servicios jurídicos de Diputados señalaron que eso era inconstitucional, porque implicaba una intromisión parlamentaria en potestades exclusivas del Poder Ejecutivo. Por lo tanto, lo que se aprobó sólo dice que el Ejecutivo “asignará el presupuesto necesario para la ejecución y prosecución del Plan Nacional de Vivienda Popular”, y quedó en una nebulosa si la norma tendría algún efecto práctico. Pero los problemas no terminaron ahí.

En el Senado, donde UP no tiene representantes, la Comisión de Vivienda y Ordenamiento Territorial cambió en forma radical el articulado, y de hecho produjo un nuevo proyecto con otras finalidades. Cuando el oficialismo reveló que esa era su intención, la nacionalista Carol Aviaga anunció que ella y su compañero de partido José Carlos Cardoso se retirarían sin votar, pero resulta que Cardoso se quedó y apoyó las modificaciones planteadas por los frenteamplistas. Estos, según Aviaga, engañaron a Cardoso, aprovechándose de “la situación que está viviendo” tras un siniestro de tránsito en 2015.

Hasta el lunes.