Con 423 votos a favor y dos abstenciones, el ex consejero del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública Robert Silva fue erigido formalmente el sábado como candidato a la vicepresidencia del Partido Colorado (PC).

La sesión duró cerca de tres horas y estuvo marcada por elogios a Silva, al candidato del PC, Ernesto Talvi, y al ex presidente Julio María Sanguinetti, que al tomar la palabra aseguró que la colectividad política está escribiendo “una nueva página de su historia” como “fruto del esfuerzo de dos años de lucha”. Según interpretó, tanto Talvi como Silva son “hijos del batllismo”: “Ernesto es hijo de una familia inmigrante que vino al país huyendo de la intolerancia, y Robert es el hijo de una familia trabajadora responsable y honesta de Tacuarembó”.

La polémica con el senador Pedro Bordaberry no pasó desapercibida, aunque sólo fue mencionada por un par de convencionales. Uno de ellos fue el ex fiscal Gustavo Zubía, quien afirmó que si bien votó a Silva porque dijo sentirse “representado” por la fórmula, lamentó la “ausencia del doctor Bordaberry de cara a octubre de este año”. “Yo esperaba contar con la fuerza de su brazo y de la dirección que él ha realizado como legislador”, expresó, destacando que se sentía “representado” por muchos de sus proyectos. La mención al “brazo” de Bordaberry no fue casual: el propio senador dijo que Sanguinetti le había “cortado el brazo” durante la semana pasada, aunque Zubía también dejó en claro su apoyo al ex presidente durante su oratoria. En tanto, el convencional Alberto Quintana dijo que se abstendría de votar, ya que percibía “que se ha excluido gente y que se están cerrando puertas”.

Al final de la convención, Silva enfatizó en la importancia de reformar el Estado y su “estructura actual” para “que sea la herramienta indispensable” para trabajar por la población, y dijo que es importante mejorar su “transparencia, rendición de cuentas y descentralización”, para “atender diferente a los que están en situaciones distintas”. Finalmente, expresó que los militantes colorados deben tener “mucho orgullo” del partido que defienden y no “dejarse amedrentar por los relatos que se han construido”.

Finalizó Talvi, observando que a diferencia de otras fórmulas, como la del Frente Amplio o la del Partido Nacional, la del PC no es “paritaria”. “Nos parece que el asunto es más que opinable y que el reconocimiento que importa no es decir a cada rato que nos dirigimos a ‘todos y todas’ con muchas letras a. Nosotros no jugamos a respetar a las mujeres, las respetamos. Porque para nosotros esto no es una moda”, expresó. Según dijo, “las mujeres no necesitan homenajes tontos, resultado de un uso forzado del idioma”, sino que “saben muy bien que en el Uruguay hay un viejo partido de tradición liberal que se atrevió a impugnar las viejas tradiciones machistas”.