Cerca de 250 personas, en su mayoría hombres y empresarios, se acercaron este jueves al mediodía al Hotel del Prado para escuchar la conferencia del ex presidente José Mujica sobre “Los desafíos del siglo XXI”. El evento fue organizado por el Espacio 609, del Frente Amplio (FA), con el fin de recaudar fondos para la campaña –a un costo de 1.000 dólares el ticket–. En la mesa en la que estaba el ex mandatario, lo acompañaban su esposa, la vicepresidenta Lucía Topolansky; Javier Miranda, presidente del FA; Aníbal Pereyra y Yamandú Orsi, intendentes de Rocha y Canelones, respectivamente, el diputado Alejandro Sánchez y Roberto Palermo, presidente de Abitab, entre otros.

“Me voy a sentar, porque mis cañerías están viejas, y porque he descubierto, con los años, que cuando hablo parado me doy manija”, dijo Mujica al empezar su discurso, que duró media hora –corto para lo que son sus estándares–. El ex presidente hizo énfasis en que, en América Latina, las ramas “más prósperas de la economía” o las que tienen “más futuro” van cayendo “en la propiedad de las grandes empresas transnacionales”.

“Hay un proceso de congelamiento y de freno de nuestras pobres burguesías nacionales, que cada vez están más coartadas en su capacidad de acción. Desde el punto de vista de la económica, para todos los latinoamericanos, la inversión directa extranjera es cada día más importante. Pero todo sabemos que nos impone condiciones, que además le aseguran la ganancia, y la ganancia sale de nuestro medio”, sostuvo. Por eso, “lo que debiera ser un resorte secundario” tiende a transformarse “en la espina dorsal de la innovación y del desarrollo de esas ramas”. “Es como si camináramos en un proceso de neocolonialismo, impuesto no por ninguna bandera ni himno, sino tácitamente por relaciones de propiedad de escala internacional. Tuvimos varias fábricas de jabones, pero ¿quién se va plantear hacer jabón en Uruguay para competir con Colgate-Palmolive?”, agregó.

Mujica llamó a “salir del mundo de las apariencias y tratar de ver en profundidad el drama que tenemos”. Señaló que en Uruguay se está produciendo una tendencia hacia el “rentismo”, ya que 40% de “las mejores tierras” de este país “se están arrendando”, lo que equivale a 700 millones de dólares anuales en concepto de renta. Dijo que “no es por maldad” que los propietarios de esas tierras no las trabajen; es porque si bien no les da “mucha” plata, la tienen “segura”. “Pero eso es poco. Me dicen amigos de la Bolsa de Valores que probablemente hay 24.000 millones de dólares de uruguayos colocados afuera. Sacan la plata porque no tienen dónde colocarla, pero a su vez Uruguay precisa inversores”, señaló. Además, subrayó que esa cantidad de dinero son “cuatro o cinco UPM” y es “plata de uruguayos que ha salido y anda dando vueltas generando trabajo para otros”.

José Mujica en el Hotel del Prado.

José Mujica en el Hotel del Prado.

Foto: Federico Gutiérrez

Mujica aseguró que cada vez más “vamos a estar obligados a tener más Estado”, porque hay “toda una serie de causas muy nobles” que en el fondo se resumen en que “hay que poner más plata”. A juicio del ex presidente, el Estado “no puede seguir creciendo por la vía de los impuestos”. “Para generar recursos, el Estado tiene que invertir asociado con los privados, y que a los privados les vaya bien. Tirando del carro de ellos, así favorecen también el interés del Estado, y se termina con esa dicotomía”, subrayó. Advirtió que si no lo hace el Estado, “las multinacionales se quedan con todo”, y que el Estado “tiene que defender a los pobres, a los del medio y a los ricos, porque los ricos del Uruguay son riquillos a escala mundial, y van camino a ser expropiados”.

Cuando finalizó el evento, en una rueda de prensa, siguiendo con su propuesta, Mujica agregó que el Estado “tiene que ser socio pero no gestor”, porque debe “reconocer sus debilidades”, y eso “significa un cambio muy grande en la cabeza de Uruguay”, que “no es fácil”. “Yo no estoy hablando de privatizar nada, sino de fundar cosas nuevas. Planteo problemas, no digo que tenga las soluciones”, dijo, y puso como ejemplo que nuestro país es productor de carne “y las vacas vienen vestidas”, por lo tanto, “vamos a tener una producción inevitable de cuero, y lo estamos regalando”. “Tal vez para procesar ese cuero a escala internacional necesitamos hacer una zona franca, meter inversores uruguayos ahí y que participe el Estado, para poder salir al exterior con los costos más baratos posibles”, finalizó.

Por último, el presidente de Abitab dijo a la prensa que la propuesta de Mujica es “revolucionaria” para Uruguay porque “propende a generar mayor inversión para financiar proyectos innovadores, con tecnología, porque el mundo va en esa dirección y Uruguay tiene que entrar rápidamente en ese camino”. “Entonces, se está proponiendo que haya una conjunción de la inversión pública y privada. El Estado invirtiendo, corriendo riesgo, pero no gestionando. Esa es una idea clave: quien gestiona es el privado. Hay ejemplos en el mundo de esto. Otros países lo han hecho, y además han premiado el éxito: si el privado tiene éxito, el Estado le vende las acciones”, indicó.